Nueve de los diez municipios más poblados de Cantabria ganaron habitantes en 2023

Los municipios más poblados de la comunidad son los que tiran del carro demográfico -a excepción de Laredo- sumando vecinos en una tendencia inversa a las zonas rurales, donde continúa el éxodo de residentes. Así, incrementan los empadronados nueve de las localidades más habitadas de Cantabria, con El Astillero a la cabeza (crece el 1,3% con 247 nuevos residentes), seguido de Santa Cruz de Bezana, que suma otros 143 vecinos, lo que supone un 1% más. En Santander hay 1.375 empadronados nuevos (0,7% más) y en Torrelavega 302, lo que significa un aumento del 0,5%. Castro Urdiales tiene 257 nuevos habitantes (0,7% más) y Piélagos incrementa su lista en 178, el 0,6% más. Los Corrales, Camargo y Santoña suman 28, 73 y 24 vecinos, respectivamente. De todos ellos, los diez más representativos a nivel poblacional, solo se descuelga Laredo, que con una caída del 0,9% pierde 97 vecinos.

Salvo esta excepción, los datos confirman la tendencia al alza de la demografía en la región, un fenómeno que tiene mucho que ver, según los expertos, con la mayor inmigración y con un despegue de la natalidad, que ha liderado en el último año las cifras nacionales. «Muchos inmigrantes que han llegado a Cantabria están asentando sus familias aquí y eso implica tener hijos, que serán también cántabros», explica Rafael Puyol, catedrático de Geografía Humana y rector honorario de la Universidad Complutense de Madrid. Los registros del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla para este 2024 confirman que el 24% de los nuevos nacimientos les corresponden a las madres extranjeras que han emprendido una nueva vida en la comunidad autónoma.

La alcaldesa de Santander, Gema Igual, ha valorado positivamente que se trata del «mejor dato» desde 2014, lo que, a su juicio, «corrobora que Santander avanza y es atractiva para nuevos vecinos». Ha aprovechado también la ocasión para destacar la eficacia de las medidas que desde el Ayuntamiento de la capital se han puesto en marcha para el apoyo de las familias. Algo que también ha hecho su homólogo en Torrelavega, Javier López Estrada, que ha asegurado «que las estrategias y políticas municipales que se han venido implantando desde hace tiempo para hacer de Torrelavega un lugar atractivo para vivir y trabajar están siendo acertadas».

La otra cara de la moneda la llevan los municipios rurales, donde continúa el éxodo. En número absolutos no son cifras elevadas, pero en proporción al total de población, Cabezón de Liébana pierde 25 habitantes, que supone casi el 5%. San Miguel de Aguayo pierde 10 personas, que representa un decrecimiento del 6%, y el peor de los registrados, Tresviso, tiene cinco habitantes menos (un 9% de caída). Es ahí, en este ámbito rural, donde continúa preocupando la fuga de habitantes que parece no tener fin.