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JOSÉ MARÍA GUTIÉRREZ
SANTANDER.
Miércoles, 24 de julio 2019, 07:30
Una novena consejería -la de Empleo y Políticas Sociales-, seis direcciones generales más y otras diez subdirecciones engordan la estructura del Gobierno de Cantabria, ... que en la nueva legislatura contará con un total de 81 altos cargos, 16 más que en el mandato anterior del bipartito PRC-PSOE.
El crecimiento del organigrama aumentará en más de medio millón de euros anuales el gasto en altos cargos, según las retribuciones de 2019 que aparecen publicadas en el portal de transparencia del propio Ejecutivo regional.
El nuevo Gobierno aprobó ayer, en una sesión extraordinaria, el decreto por el que modifica parcialmente la estructura orgánica básica de las consejerías, con el fin de «adaptarla» al nuevo reparto de competencias establecido en el pacto de legislatura suscrito el pasado mes de junio por el PRC y el PSOE. El vicepresidente, Pablo Zuloaga, explicó tras la reunión del Consejo de Gobierno que esta reforma de la organización busca «afrontar las nuevas responsabilidades y desafíos que tiene Cantabria».
El nuevo organigrama, que entra en vigor hoy con su publicación en el Boletín Oficial de Cantabria (BOC), contempla como principales cambios respecto a la legislatura pasada la creación de una nueva consejería -se pasa de ocho a nueve-, añade seis direcciones generales -se elevan de 33 a 39- y otras diez subdirecciones más -hasta un total de 29-. Todo ello hace que el número total de altos cargos de la Administración autonómica se dispare hasta 81.
81
altos cargos componen la estructura orgánica del Gobierno de Cantabria, 16 más que la pasada legislatura.
Esta ampliación aumenta en más de medio millón de euros al año el gasto en altos cargos. Sólo hace falta echar cuentas: una consejería más supone 58.984 euros brutos de sueldo para su máximo responsable, a lo que hay que añadir los correspondientes cargos que lleva aparejados: Jefe de Gabinete y Secretaría General, dotados con 62.876 euros cada uno. Ya van 185.000 euros. La suma sigue con las seis direcciones generales que se añaden a la estructura, que significan otros 377.256 euros para las arcas públicas que pagamos entre todos los contribuyentes. Así, la cifra final se sitúa en 561.000 euros anuales más que la pasada legislatura para pagar los sueldos de los nuevos altos cargos. Eso sin tener en cuenta las subdirecciones generales -hay diez más-, ya que si son desempeñadas por funcionarios de alto nivel no suponen gasto añadido. Otra cosa sería si quedasen en manos de funcionarios de otro nivel inferior, a quien habría que subir de categoría y de sueldo, por lo que el montante final crecería aún más.
La Consejería de Presidencia, Interior, Justicia y Acción Exterior que dirige Paula Fernández (PRC) mantiene las siete direcciones generales con las que contaba, con cambios únicamente en las denominaciones de Interior (antigua Protección Civil y Emergencias), Servicios y Participación Ciudadana (Servicios y Atención a la Ciudadanía) y Administración Local, Acción Exterior y Casas de Cantabria (Administración Local). El resto de las direcciones de este área son Organización y Tecnología, Función Pública, Servicio Jurídico y Justicia. Además, crea una nueva subdirección vinculada a Administración Local que aumenta de siete a ocho el número total y mantiene como organismos autónomos el Centro de Estudios de la Administración Regional (Cearc) y el Servicio de Emergencias (Semca).
39
direcciones generales se reparten entre las nueve consejerías, seis más que en el anterior mandato.
Por su parte, la Consejería de Obras Públicas, Ordenación del Territorio y Urbanismo que rige el también regionalista José Luis Gochicoa pasa de dos a tres direcciones generales como consecuencia de las nuevas competencias asignadas a este departamento: se trata de Urbanismo y Ordenación del Territorio, que contará también con una nueva subdirección de Urbanismo y Arquitectura; Obras Hidráulicas y Puertos; y Obras Públicas, la única que se mantiene inalterable con respecto a la anterior legislatura.
También aumentan las direcciones de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente de la que se ha hecho cargo Guillermo Blanco (PRC), el que ha sido mano derecha de Miguel Ángel Revilla durante los últimos años. En concreto, pasa de tres a cuatro: se crean Desarrollo Rural, Ganadería -estas dos estuvieron unidas desde la mitad de la pasada legislatura- y Biodiversidad, Medio Ambiente y Cambio Climático, de la que dependerán dos subdirecciones: Medio Natural y Control Ambiental. A ellas hay que sumar la Dirección General de Pesca y Alimentación, que permanece en los mismos términos, y que contará con tres subdirecciones: Ayudas Comunitarias, Medio Natural y Control Ambiental.
29
subdirecciones generales componen el siguiente escalón de altos cargos. Se añaden diez más.
Por lo que respecta a la Consejería de Educación, Formación Profesional y Turismo, ve reducidas de seis a cinco las direcciones generales fruto de la marcha de Cultura, Deporte y Juventud y Cooperación al Desarrollo al departamento dirigido por Pablo Zuloaga. Por contra, Marina Lombó (PRC) recibe Turismo a sus competencias (con una subdirección general específica) y crea una nueva dirección general vinculada a Educación al desglosarse Innovación y Centros Educativos, que antes estaban juntas. A ellas hay que sumar la de Personal Docente y Ordenación Académica y la de Formación Profesional y Educación Permanente, que no sufren cambios en su configuración.
La última consejería que está en manos de los regionalistas es Innovación, Industria, Transporte y Comercio, que mantiene cuatro direcciones generales pero experimenta cambios en su organigrama con respecto al pasado mandato. Así, Francisco Martín gestionará dos de nueva constitución -Industria, Energía y Minas, por un lado, y Comercio y Consumo, por otro- y otras dos que no sufren modificaciones: Innovación y Desarrollo Tecnológico y Transportes y Comunicaciones. Este departamento mantiene una subdirección, tres menos que antes.
Por su parte, las cuatro consejerías gestionadas por el PSOE incorporan la mayoría de las nuevas direcciones generales. Por un lado, en la de Universidades, Igualdad, Cultura y Deporte que dirige el también vicepresidente del Gobierno Pablo Zuloaga se suprimen cuatro direcciones y se crean cinco: Acción Cultural, Patrimonio Cultural y Memoria Histórica, Deporte, Juventud y Cooperación al Desarrollo. También cambia la denominación de Universidades e Investigación por Universidades, Investigación y Transferencia. De esta manera, el número total de direcciones pasa de seis a siete, con dos subdirecciones (Política Cultural y Patrimonio Cultural).
La Consejería de Sanidad de Miguel Rodríguez crece de dos a tres direcciones, con la creación de Ordenación, Farmacia e Inspección y Transformación Digital y Relaciones con los Usuarios, que se suman a la ya existente Salud Pública. Cada una de ellas dispondrá de subdirección propia.
En el caso de Economía y Hacienda, área bajo responsabilidad de María Sánchez, se desglosan los nombres y funciones de las direcciones generales de Economía y de Fondos Europeos que permanecían vinculadas hasta ahora, y se mantiene la de Tesorería, Presupuestos y Política Financiera, que tendrá una nueva subdirección. En total, el organigrama de esta consejería está formado por tres direcciones generales, el mismo número que durante los últimos cuatro años, seis subdirecciones y la Intervención General.
Por último, Empleo y Políticas Sociales es la nueva consejería que ha creado el Gobierno para esta legislatura, que aumenta hasta nueve el número total. El departamento que dirige Ana Belén Álvarez se organiza en torno a tres direcciones generales de nueva constitución -Trabajo, Políticas Sociales y Vivienda- y otras dos subdirecciones.
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