El muelle Raos 9 del Puerto ya es una realidad tras más de veinte años de dificultade

Como el ministro Óscar Puente venía de dos reuniones previas, el inicio del acto se hizo esperar. Estaba anunciado para las once y media, pero hasta pasadas las doce no asomaron los coches del séquito de Puente, al que se sumaron en otros vehículos la presidenta regional, María José Sáenz de Buruaga, y la alcaldesa de Santander, Gema Igual (la delegada del Gobierno, Eugenia Gómez de Diego, venía con el ministro). Todo, mientras en la entrada principal del Puerto los ganaderos continuaban con sus reivindicaciones y taponaban el acceso (los invitados accedieron por las puertas de Antonio López). Esa media hora de espera sirvió para que los numerosos invitados formaran corrillos. Había representantes de los partidos presentes en el Parlamento, consejeros (Eduardo Arasti y Roberto Media), el presidente de Puertos del Estado (Álvaro Rodríguez Dapena) encabezando una nutrida representación de la comunidad portuaria, alcaldes y concejales, autoridades militares, empresarios...

«Que buen día, ¿no?». Eso fue lo primero que dijo Puente nada más poner pie a tierra. Saludos protocolarios y directos a la carpa. Díaz fue el primero en hablar. Habló de la «perseverancia» de la Autoridad Portuaria para sacar adelante la obra (entre el público había hasta cuatro expresidentes del puerto, Miguel Ángel Pesquera, Cristian Manrique, Jaime González y Francisco Martín). Recordó que el viernes pasado ya se efectuó la primera operación en el muelle con un barco atracado y que la inversión, esos más de treinta millones, es «100% productiva». «De las que generan más capacidad de tráfico». De hecho, siguió con un repaso de inversiones en marcha y futuras, y también con los datos que dejó un 2023 de récord. No se extendió mucho porque dio paso al video y porque, tras la suya, quedaban dos intervenciones más.

El ministro de Transportes y Movilidad Sostenible destacó la importancia de esta nueva estructura «para impulsar la actividad y competitividad del Puerto, afianzándolo como polo logístico en el transporte intermodal». Puente insistió en que la obra, más allá del ámbito autonómico, supone un avance con repercusión nacional. Y más. Porque se refirió a las ventajas en el «transporte intermodal tren-barco de vehículos en el continente europeo y otros continentes, como el americano». En la misma línea que Díaz recordó los »más de tres lustros de espera desde su primera licitación fallida« y el hecho de que Santander pueda ahora »recibir los barcos más grandes del mundo« de estas características.

El ministro se detuvo en dos aspectos. Primero, en que «la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea permitió alcanzar un acuerdo con la Comisión para promocionar el puerto a la Red Básica, gracias al singular protagonismo del puerto de Santander en el transporte de mercancías tras el Brexit» y a «haber alcanzado los parámetros mínimos que la Comisión requiere para su inclusión». «Un hecho -dijo- contrastado con el récord de tráfico que alcanzó el año pasado». Y, segundo, en la »perseverancia« del Gobierno para que »el tramo ferroviario de mercancías entre Santander y Palencia« y Santander (como »nudo urbano«) se incorporen »al corredor Atlántico«. »Y esperemos que el Parlamento Europeo lo ratifique«.

«Es un buen momento para las infraestructuras de este país», concluyó antes de anunciar su deseo de «volver a Cantabria pronto».

La última en intervenir fue la presidenta del Gobierno de Cantabria. Lo primero que hizo fue repasar datos. El aumento de la capacidad de atraque en un 50% que supone Raos 9 o el ampliar 18.000 metros cuadrados de superficie logística (buena parte ya está ocupada por coches). Todo, para avanzar «en el objetivo de las ocho millones de toneladas en 2027». De hecho, Buruaga aseguró que en el primer trimestre los números de 2024 superan «los de años anteriores» y «apuntan a otro año de récord». La dirigente regional enumeró obras e inversiones y puso sobre la mesa el peso del puerto (y el que tendrá el muelle) en la economía de la región. «El objetivo es incrementar el peso económico del puerto en su entorno, pero para eso necesita algo más». Fue ahí, justo ahí, cuando inició su reivindicación de la estación intermodal de La Pasiega.