«Nunca volveré a presentarme a las elecciones, pero podría seguir al frente del PRC»

–¿Hay alguna posibilidad de que se presente a las elecciones de 2027?

–Ninguna. Eso quiero dejarlo claro. Rotundamente no. Mi ciclo electoral ha terminado, pero no el de estar en el partido, que eso es otra cosa distinta. Lo que me preocupa es ver a los míos pegándose, no podría soportarlo. Para mí sería terrible en esta etapa de descuento en la que estoy.

–¿Puede sobrevivir el PRC a Revilla?

–Sí, sí, sí. Sin duda. Tenemos 35 alcaldes, eso es una base muy importante. Y en todos los ayuntamientos hay gente del PRC. Además, estamos trabajando con un equipo de asesoramiento que se ha reunido con alcaldes, concejales, diputados y conmigo para hacer un sondeo sobre lo que quiere el partido. Las conclusiones estarán muy pronto y el año que viene, antes de verano, se nombrará en un Congreso Extraordinario al candidato o candidata electoral que me sucederá. Y también se modificarán los estatutos para hacer un PRC acorde a los tiempos, más democrático y participativo.

–¿Y cuándo será el relevo al frente del partido?

–Eso todavía está en estudio. El Congreso Ordinario toca cuando toca, en el año 2026. El alcalde de Valderredible, Fernando Fernández, presentó una ponencia en la Asamblea de Dirigentes, en mayo, en la que pedía que continuara yo como secretario general. Y se aprobó por unanimidad. Así que pudiera ser que yo siguiera al frente del partido, pero eso ni está decidido ni es seguro. Lo único claro es que antes del próximo verano habrá sustituto o sustituta para las elecciones. A esa persona le prestaré todo mi apoyo porque no me voy a retirar de la escena política. Le acompañaré durante la campaña electoral, daré mítines….

–Le veo como Arzalluz (PNV), manejando el partido desde atrás mientras otros se pegan en las elecciones.

–Yo solo les he pedido a los míos que no me den el disgusto de acabar con el partido desmoronado. Tengo autoridad moral para hacerlo y sé que no lo van a incumplir. Si hay varios candidatos a sustituirme, lo mejor sería que llegasen a un acuerdo. Y si al Congreso va más de uno, que lo hagan con un respeto absoluto entre ellos. Son muchos años conviviendo juntos, contándonos nuestras penas, éxitos y derrotas. No pasa nada por que en un Congreso haya más de una candidatura, pero lo que no me gustaría es ver en mi casa lo del PSOE de estos días. Si eso ocurre, esto se acabó. El PRC se quedaría en un partido de guerrillas. Si hemos salido adelante con muy buenos resultados ha sido por estar unidos.

–¿Tiene algún nombre favorito en la cabeza?

–La Ejecutiva hará una propuesta al Congreso y yo apoyaré ese nombre. De verdad que en esto no tengo amistades. Aquí está en juego un partido político, no influye que uno me caiga mejor o peor, o que uno venga a jugar a las cartas conmigo o que me acompañe a pescar. Intuyo que hay mucha gente con apetencia, aunque no me lo hayan dicho claramente. Hay interés por sucederme y eso es positivo.

–Aunque lo tuviera no lo diría, supongo. Dicen que lo que piensa Revilla solo lo sabe Revilla, no lo comparte con nadie.

–Sí, eso es así. Es tan serio este asunto que no he compartido con nadie lo que pienso. Ni con mi mujer, palabra de honor. Y soy un tío que habla bastante, pero de esto no porque es un tema muy serio. Y no quiero ser la persona que tome esa decisión, debe hacerlo el partido sin intuir lo que yo pienso.

–Pero, ¿qué perfil concreto cree que debe tener esa persona?

–Que sea capaz de hacer por este partido lo mismo que yo he hecho. Que le dedique de la mañana a la noche, que no tenga otra obsesión que Cantabria en la cabeza. Debe tener vocación para afrontar una etapa muy complicada, que es sustituirme a mí.

–¿Lo mas lógico sería que fuese uno de sus vicesecretarios (Paula Fernández, Javier Marcano o Guillermo Blanco)?

–No tiene por qué. Han hecho una tarea hasta ahora y en el Congreso puede haber otros.

–Entonces, ¿ve a algún alcalde capaz de dar ese salto?

–Hay muy buenos alcaldes en este partido. El de Puente Viesgo, la de Polanco, el de Reocín… incluso aquí en Santander hay una persona con mucha proyección como Felipe Piña. También el alcalde de Valderredible, Fernando Fernández, que lleva toda la vida en el PRC. Tenemos una base que ya la querría otro partido. Si mañana se convocan elecciones, en 24 horas tenemos las 102 listas municipales.

–¿El partido está por encima de las personas?

–Por supuesto. El partido somos todos, la persona es solo una. En esto no tengo amigos ni enemigos. Al Gobierno he llevado a gente a la que no conocía ni era del partido. José María Mazón era del PSOE, y Paco Martín tampoco pertenecía al PRC, pero les consideraba preparados. No me rodeo como Ábalos de Koldos y cosas de esas.

–Dicen los que le rodean que lleva muy mal que le marquen los tiempos y la agenda.

–Lo que pido es poder ejercer el derecho adquirido, por mis años y por ser el padre de la criatura, de hacer lo mejor para el partido, y para eso me tienen que conceder un cierto grado de sentido común. Ese derecho me lo ha ganado.

–¿Le han metido mucha presión desde el verano para acelerar la sucesión?

–No, han sido totalmente respetuosos.

–¿Le gusta la idea de separar las figuras de secretario general y candidato electoral por primera vez en la historia del PRC?

–En eso están trabajando una serie de personas. Yo de momento les dejo que hagan y que vengan con propuestas.

–Al margen de todo este proceso sucesorio, ¿cómo es el día a día de Revilla ahora?

–Estoy bien y feliz, sin ningún trauma porque siempre he sabido reciclarme. Voy todos los días a las nueve de la mañana a la sede del partido, a escribir y a trabajar. Y también a recibir gente. Hay días que vienen hasta quince grupos. Y los lunes, al pleno del Parlamento. También estoy viajando mucho. Todas las semanas voy a algún lado. El otro día en Calahorra llené un teatro de mil personas. Y otras mil se quedaron fuera. Lleno todos los teatros de España. Y el mes que viene me dan un homenaje en Madrid las enfermeras de España.

–¿No echa en falta, entonces, la tensión del Gobierno?

–No, para nada. Estoy en una etapa de absoluta felicidad, de paz interior y con la sensación de haber cumplido con mi deber. Nunca llegué a imaginar que íbamos a construir un partido con tantos años en el Gobierno y que iba a cambiar tanto Cantabria. Y, sobre todo, ahora recibo mucho cariño. En todos lados.

–¿Por qué le gustaría ser recordado?

–Lo que noto ahora es que la gente no llega a la política como lo hice yo: por vocación. Eso se nota muchísimo. Hay mucha cantidad de gente indocumentada, gente que ve los partidos solo como una forma de ganarse la vida más o menos cómoda. Yo llegue a la política muy tarde, ya era director de banco y con mi vida resuelta.

–Pero, ¿esta orgulloso especialmente de algo de todos estos años en el poder?

–Sin duda, haber contribuido a poner a Cantabria en el mapa de España. Cuando empecé en política no teníamos ni nombre ni soñaba que fuéramos una autonomía. Cantabria tiene una imagen muy ligada a mi faceta en la televisión nacional. Eso es de lo que más orgulloso me siento. Que somos una región con una imagen nada sectaria, muy cántabra y muy española. Y esa imagen está en todos lados. Hasta en Barcelona Oriol Junqueras ha ido a escucharme una conferencia. Y le dedico un capítulo en mi próximo libro, que se publicará en noviembre.

–¿Ha perdido el PRC el tono reivindicativo de sus primeros años? ¿Se ha acomodado?

–No, no. La etapa más fructífera de todos los años que he estado en el Gobierno ha sido esta última, después de la pandemia. Y jugó un papel muy importante tener un diputado en Madrid, pero yo también he rascado lo que no está escrito. Con esa presencia en Madrid de Mazón les cobrábamos cada voto. Ingresamos en caja 144 millones del Estado. Este Gobierno del PP nada en la abundancia, les hemos dejado las arcas llenas. También cobramos el IVA de Montero, que fuimos los primeros en llevarlo a los tribunales y lo ganamos: 55 millones de golpe. Vaya sumando. Para La Pasiega y el Mupac logramos 20 millones para cada uno. Y pusimos en marcha el AVE, que irá lento, pero se está haciendo, y eso lo rescatamos nosotros la pasada legislatura.

–Se lo preguntaba porque existe una nueva generación de jóvenes que pide revisar ese regionalismo clásico, más inclinada al nacionalismo cántabro.

–Ya, pero nosotros tenemos muy claro que somos regionalistas. Eso supone una defensa a ultranza del territorio y un reconocimiento emocionado de España. Es una dualidad que me he encargado de repetir siempre. No queremos nada de contagios nacionalistas, que al principio sí tuvimos y provocaron una escisión en el partido.

–Algunos comparan al partido Cantabristas con el PRC de los años 80.

–Lo único seguro es que nosotros no hemos dejado de reivindicar nunca. Si ahora yo estuviera en el Gobierno, La Pasiega tendría estación intermodal. Ahora a ver cómo consigue el PP financiarlo. El Mupac y La Pasiega van a ser un lastre enorme como tengamos que pagarlos nosotros enteros. Yo tenía el compromiso verbal del propio presidente de España de que, durante los próximos años, iban a darnos 20 millones anuales para esos proyectos. También entiendo que ahora la situación nacional es complicada y que el enfrentamiento PSOE-PP hace muy difícil conseguir nada en Madrid, pero si llego a estar yo en el Gobierno, eso estaría garantizado.