El Obispado ofrece de plazo hasta noviembre para celebrar las comuniones aplazadas

El Obispado de Santander ha dado un plazo para celebrar las primeras comuniones de este año hasta noviembre, cuando comienza el calendario de Adviento, para que la celebración de comuniones no interfiera. Además, aquellas comuniones que se aplacen a 2021 implicará que los niños tengan que realizar de nuevo el curso de catequesis.

«Quienes retrasen la primera comunión al próximo año tendrán que repetir el curso de catequesis inevitablemente para llegar al sacramento con los conocimientos fundamentales. Si ya estos tres meses se nota que se les olvida los conceptos, un año es mucho tiempo y se les forman más que lagunas, piscinas olímpicas», explica Antonio Arribas, delegado de medios de comunicación del Obispado.

La mayoría de las familias celebrarán la primera comunión de sus hijos de una forma dispersa a lo largo de este mes, julio, agosto, septiembre y octubre.

En concreto, este sábado en la parroquia de San Nicolás, en Sámano, cuatro niños recibirán la primera comunión, en un acto religioso que oficiará Arribas. La iglesia tiene un aforo de 300 personas y podrían reunirse este sábado en la celebración por encima de las 225 invitados.

Por su parte, el sacerdote Juan de Cáceres informó de que la primera comunión que darán en las localidades de Solórzano y Beranga será el 9 de agosto. «En el valle los padres han decidido concentrarlas entre agosto y septiembre. Muchos quieren hacerlo antes de octubre por miedo a un rebrote del coronavirus en otoño».

Con la implantación del estado de alarma las parroquias se pusieron en contacto con las familias para «acordar con flexibilidad fijar otras fechas para más adelante». Arribas destacó que «la Iglesia nunca ha dejado de celebrar comuniones, aunque fueron ceremonias íntimas, de sólo un niño. En la zona de Castro Urdiales tuvimos tres. Por eso, la mayoría de los padres ha optado por posponerlas al verano».