El Obispado no reconoce como orden a las religiosas de Zurita, pero no tomará ninguna medida

La explicación canóniga es algo más compleja, pero en una versión resumida se podría decir que, como las Siervas del Hogar de la Madre no han conseguido aún el sello de 'oficialidad' por parte del Vaticano, lo que tienen que hacer es solicitar permiso para ejercer como religiosas dentro de la Iglesia católica de forma individual al obispo que les corresponda. A pesar de que la sede central de estas monjas con dieciséis comunidades en cinco países distintos es la de Zurita, los sucesivos obispos que han pasado por Santander nunca han autorizado su actividad. En cambio, en la Diócesis de Cuenca, por ejemplo, donde tienen otro monasterio que se puso en marcha más tarde, sí cuentan con el visto bueno del máximo responsable de la provincia religiosa.

¿A qué se deben las diferencias entre Zurita y el Obispado? Pues, entre otras cosas, a que sus posturas chocan en relación a las supuestas apariciones de la Virgen a las niñas de Garabandal en la primera mitad de la década de los 60 del pasado siglo. Mientras que la Diócesis no se mueve ni un centímetro de la posición del Vaticano, que no da por buenos los hechos y se limita a señalar que no se ha podido demostrar que se trate de un episodio divino -tampoco lo contrario-, las Siervas del Hogar de la Madre hacen apología de estos acontecimientos. De hecho, la comunidad de Zurita, la primera que creó la organización y que también sirve de noviciado para formar a las jóvenes religiosas, tiene entre su apostolado realizar actividades dirigidas a los medios de comunicación.

En ellos dan a conocer sus opiniones sobre Garabandal, donde ahora quieren levantar el templo que, como reconocen, será un lugar de culto privado porque no cuenta con el permiso del Obispado. Además de dar total veracidad a las apariciones, entienden que ya se ha cumplido uno de los dos mensajes que anunció la Virgen, el que tiene que ver con el castigo al mundo por los pecados, que relacionan con la pandemia de covid.

«Desarrollamos nuestro apostolado en prensa, radio, televisión y web. Publicamos dos revistas bimensuales, una de adultos y otra infantil. Ambas revistas se editan en tres idiomas: español, inglés e italiano. Tenemos también una radio y una televisión», señala la organización, que también publicita sus convivencias para jóvenes -por un lado chicos y por el otro chicas-, así como clases de guitarra e inglés, en este caso solo para chicas.

Respecto a la construcción del templo, el Obispado señala que no lo ha autorizado porque este grupo de religiosas ni siquiera les ha pedido permiso. Se trata de una ermita que quieren levantar en unas fincas de 7.970 metros cuadrados que acaban de adquirir. En cualquier caso, tampoco tiene pensado tomar represalias y mucho menos su expulsión. Las Siervas del Hogar de la Madre se mantienen fieles a la Iglesia católica, pese a algunos incumplimientos evidentes.

Por ejemplo, visten con hábito, algo que en el pasado el Obispado les ha prohibido expresamente. Además, al parecer, el padre Rafael Alonso, su fundador y referente espiritual, ha celebrado misas fuera de templos consagrados -en concreto, en los pinos de Garabandal, donde supuestamente tuvieron lugar las apariciones-, algo que no está permitido sin autorización previa.

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