El obispo de Santander celebra que la Navidad «recupere su significado religioso»

En su alocución, el obispo instó a vivir estas fechas «con fe, fraternidad, paz y alegría». También subrayó que el año que cierra ha estado marcado por un contexto «muy difícil» derivado de «una pandemia que no acaba de desaparecer, las circunstancias económicas y por la guerra que tenemos planteada muy cerca». Aun así, la Diócesis de Santander está centrada en el año que entra, el 2023, que tiene «un carácter especial» por la celebración del Año Santo Lebaniego. Sánchez Monge se refirió a este acontecimiento como un hito en el que ya están trabajando desde hace tiempo. «Estamos centrados en el año que va a comenzar. Preparando todo para un acontecimiento verdaderamente importante para nuestra Diócesis», explicó el prelado.

También detalló que Santo Toribio de Liébana será el centro de innumerables peregrinaciones, «no solamente de Cantabria o de España, ni siquiera solo de Europa, si no de continentes y países muy lejanos». El obispo se refirió al Año Santo Lebaniego de 2017 en el que pudo «saludar y compartir la fe con gente de Hispanoamérica, Estados unidos, Canadá, y Japón», entre otros, que viajaron hasta Cantabria para visitar y a adorar «la reliquia más grande» del santuario: la Cruz de Cristo.

Y retomando la Navidad, el obispo continuó explicando que estas fechas son, «según nuestra tradición» muy familiares. «Las familias que, a veces, están durante el año dispersas, se unen para pasar estos días juntos, para celebrar el gozo y el nacimiento del Señor».

«Compartir la alegría de vernos, de abrazarnos, de poder disfrutar juntos. Creo que es un momento también para revalorizar la familia, que está sufriendo muchos ataques en esta sociedad, y que por lo tanto, nosotros tenemos que defenderla como un lugar para vivir el amor, crecer en el amor, saber perdonarnos, tener un apoyo en los momentos en los que emocionalmente podemos estar más decaídos».

En sus palabras, también aclaró que, en estos días, «no nos felicitemos las fiestas en general». Ya que se trata de una fiesta concreta que tiene nombre y apellidos. «Es el nacimiento del Señor». Por eso incidió en que, los cristianos y los católicos, no deben conformarse solo «con unas fiestas sin más». A su juicio, tienen «características propias», y eso es «una verdad central de nuestra fe. Y hay que recuperarla», zanjó.