«Estamos obligados a conciliar el interés de todas las autonomías en la reforma de la financiación»

–Una parte importante de los asuntos de la política territorial están directamente ligados al reparto del dinero. Cantabria da por descontado que perderá posiciones en el nuevo modelo de financiación autonómica.

–Es un tema muy importante. No sólo la financiación autonómica, también en calidad de ministra de Política Territorial me preocupa la financiación de las entidades locales. Creo que son dos debates importantes, pero que no podemos asumir en abstracto. Cuando hablamos de esto hay que hablar también de los ingresos. Aquí, como en el tema del lobo, también se plantean distintas realidades entre distintas autonomías. La realidad de Cantabria o de Castilla-La Mancha, que es mi autonomía, no es la misma que la de Madrid o Valencia. La voluntad del Gobierno es avanzar en cohesión territorial, siempre preservando la cohesión social. Hay un parámetro que va a ser revisado en este trimestre, que es recalcular esa población ajustada. Es un tema importante y debe contar con el consenso de todos. El Gobierno está en la obligación de conciliar todos los intereses autonómicos.

–¿Ese nuevo cálculo perjudicará a Cantabria?

–Hemos mostrado absoluta sensibilidad con la financiación de Cantabria y de todas las autonomías. Han dispuesto de más recursos que nunca en la historia. Hemos enviado a las comunidades un paquete muy importante de recursos para afrontar las consecuencias del covid y ahora tenemos un reto muy importante que no podemos obviar: ser capaces de ejecutar todos los fondos que nos vienen de Europa.

–La clave es saber si seguirá primando el criterio del coste efectivo de los servicios o la población. Es muy difícil conciliar las dos posturas.

–Para eso está la política. La tarea no debe recaer exclusivamente en el Gobierno de España. Hemos emprendido una senda de cooperación entre todas las administraciones y creo que este es uno de los temas que hay que acordar. No se entendería que el Estado optara por una opción u otra enfrentando a las autonomías. Hay que romper frentes para llegar a acuerdos. Se trata de proteger la casa común. La Constitución nos encauza sobre cuáles deben ser las vías: la solidaridad de todos los territorios y la garantía de igualdad en los servicios de todas las personas vivan donde vivan.

–La autonómica lleva siete años caducada, pero lo que parece que no tiene visos de modernizarse es la financiación local.

–Los ayuntamientos piden a las autonomías lo que las autonomías piden al Estado, que revisen aquella parte de las competencias que delegan y que llegan sin recursos a los ayuntamientos, y esto es una realidad que no podemos obviar. Una vez que abordemos la reforma de la financiación de las autonomías hay que entrar en la de las entidades locales. Los ayuntamientos han sido un sostén fundamental en los 40 años de desarrollo institucional y sobre todo en la gestión de la pandemia. En el ámbito de la protección social, por ejemplo, se han hecho cargo de cuestiones sin un dinero adicional.

–Durante la anterior crisis se habló de la racionalización de las instituciones, de la eliminación de diputaciones, de la fusión de municipios. ¿Qué planes tiene?

–Lo que está claro es que las recetas del PP fueron fallidas. No nos recuperamos de esa crisis hasta pasada una década. Este Gobierno ha adoptado medidas totalmente distintas. Nosotros queremos que sea una recuperación justa. Y eso implica adoptar algunas medidas que no se adoptaron entonces como incremento del salario mínimo que hemos adoptado esta semana, como una protección a los trabajadores que entonces quedaron desamparados... Rajoy bloqueó las pensiones y esta semana votó de nuevo en el Congreso congelar las pensiones. Nosotros reivindicamos al Estado en el sentido más amplio, fortaleciendo las autonomías y las entidades locales.

–Están inmersos en la redacción de los Presupuestos. ¿Hasta qué punto están distantes las posturas de PSOE y Podemos?

–El Gobierno trabaja estas Cuentas y estamos convencidos de que las presentaremos a principios de octubre. La ministra de Hacienda está haciendo todos los trabajados para que todo cuadre y que haya un reparto que permita cohesión social y crecimiento económico y que permita gestionar los fondos europeos. Los presupuestos asientan la recuperación que ya hemos iniciado y son la base para la reactivación económica que queremos.

–En clave regional, ¿qué guiños a Cantabria habrá en esas Cuentas?

–Los cántabros son muy hábiles en la negociación de los Presupuestos y Cantabria es una región que el Gobierno ha tomado en consideración para abordar algunas cuestiones que habían quedado pendientes (como la deuda de Valdecilla y las infraestructuras) y que se han visto abordadas en los últimos años. En el planteamiento de país más cohesionado Cantabria tiene mucho que decir y también en los retos de futuro de esa España que queremos construir, más verde, más digital y con garantías de igualdad.

–¿Dan por descontado el apoyo del diputado del PRC?

–La ministra trabaja con mucha discreción en aras de sacar adelante los Presupuestos y será ella quien dé cuenta de ello.

–¿Cuándo habrá noticias sobre los fondos europeos que esperan La Pasiega y el Mupac?

–Lo primero, quiero poner en valor la determinación del Gobierno de Cantabria en definir bien qué es lo que quiere. Cantabria ha sido muy contundente en la defensa de esos dos proyectos y eso facilita mucho el trabajo. Los fondos van a seguir fórmulas distintas al reparto habitual de Europa. En algunos casos serán proyectos de concurrencia competitiva, en otros proyectos que vamos a delegar como ya estamos haciendo en rehabilitación de viviendas. Decir que ambos forman parte de la filosofía de los fondos y hay que encajarlos en los distintos mecanismos que estamos poniendo en marcha. Me consta que el Gobierno está en ello.

–Revilla se ha quejado de la poca participación de las autonomías en esos fondos y del poco peso de las autonomías durante la pandemia. ¿Cómo se hace eso de aumentar la cogobernanza entre Estado y autonomías?

–Este Gobierno ha hecho un ejercicio como ningún otro en cogobernanza. Por convicción y por la situación que nos ha tocado. Y ha dado muy buenos resultados, aunque todo se puede mejorar. Yo quiero poner en valor la metodología que hemos utilizado para el proceso de vacunación. Es por donde tienen que ir las relaciones de las autonomías con el Estado. Cuando llega la vacuna y nos sentamos en la mesa no nos preguntamos qué competencia tiene cada una y quién tenía que inyectar. Nos pusimos a trabajar y logramos el objetivo. Esta crisis ha puesto de manifiesto la importancia del ejercicio que hace el Estado para homogeneizar y sentar las bases de los servicios básicos y al mismo tiempo la gestión inmediata que hacen las autonomías.

–El Gobierno central habló en su momento de avanzar en la armonización fiscal que piden muchos territorios para compensar ese poder de atracción de la capital. ¿Van a abrir ese melón?

–Este es un asunto, como el de la financiación, porque están íntimamente relacionados, que han de ser abordados en el marco del consenso y el diálogo con todas las autonomías, y anteponiendo el interés del país. Espero que seamos capaces de armarlo y comprendo también la preocupación. Es verdad que se generan situaciones de desigualdad en ese campo. Hay que buscar un consenso en el que ninguno gane, pero en el que todos avances.

–Como figura destacada en el PSOE y ministra de Política Territorial. ¿Qué cree que piensan sus votantes de Cantabria y otras regiones periféricas cuando se indulta a los presos del 'procés'?

–Desde luego, este Gobierno lo que no concibe es una España sin Cataluña. Creemos que ese trabajo de recuperación económica en el que estamos lo tenemos que hacer todos juntos. Garantizando siempre la igualdad y la cohesión a la que antes me refería. En general, creo que la inmensa mayoría de los españoles prefieren vivir en un país sin ruido ni conflicto político en el que se dé respuesta a los problemas de las familias más que en un enfrentamiento ficticio organizado simplemente desde el debate ideológico.