La obra del control de pasajeros del ferri no ha arrancado a dos meses de entrar en vigor

En el Puerto de Santander será necesaria la sustitución de las cabinas que existen en la actualidad y donde los agentes de la Policía consultan los pasaportes, por siete nuevos contenedores que albergarán hasta 48 puestos para que cada pasajero pueda realizar por sí solo el registro de sus datos;pero la obra ni siquiera se ha licitado.

El problema de los tiempos

Hace meses que en la compañía francesa crece la inquietud por un sistema que obligaría a cada turista a introducirse en una cabina individual y realizar varios registros incluyendo cuatro huellas dactilares y escaneo facial. El director de Brittany Ferries en Santander, Roberto Castilla, ya anunció el pasado junio que traería complicaciones:«No es algo que se haga en un minuto. Si hacemos esto, de acuerdo con nuestras estimaciones, podríamos triplicar el tiempo de las escalas». Porque en el caso de los viajeros que vienen con vehículo, se los obligaría además a apearse del mismo, con lo que los tiempos se dilatarían aún más. Ahora, a dos meses de la obligatoriedad de tener dispuesto el EES, pero sin la obra realizada, entra en juego un nuevo escenario, donde el sistema deberá implantarse sin que estén construidas las cabinas.

Delegación de Gobierno asegura que «se está trabajando de forma coordinada para que el sistema entre en funcionamiento en la fecha indicada por Europa». También asegura que «hasta que se instalen los contenedores definitivos, el control fronterizo se hará a través de los actuales Puestos de Control Manual (PCMs), que ya están instalados en el Puerto». Es decir, a través de las cabinas que existen ya. «Lo importante es garantizar los tiempos de escala de Brittany Ferries». Y ahí es donde existen más dudas. Se teme que el incremento del numero de trámites ralentice las escalas, algo que es muy delicado para que la compañía francesa mantenga la calidad del servicio.

Tal y como indica delegación de Gobierno, serán los propios agentes de Policía los que deberán ayudar a los pasajeros a registrar sus datos, algo que será especialmente aparatoso con los viajeros que embarcan con vehículo. En la actualidad no se bajan del automóvil y por la ventanilla muestran su documentación a los agentes. A partir del 10 de noviembre, cada cual deberá apearse y registrar sus datos con la ayuda de la Policía;pero sin una infraestructura adecuada –sin los habitaculos individuales–, un contratiempo como el agua en un día de lluvia podría entorpecer todo el proceso.

Son muchos los puertos comunitarios que se encuentran en la misma tesitura. Por eso son varios los países que van a continuar presionando para que la implantación de este nuevo sistema de control se retrase. La última oportunidad será la reunión que el próximo día 27 se celebrará en la Comisión Europea.

Reuniones recurrentes

Tanto la jefa superior de Policía, Carmen Martínez, de quien depende Aduanas, como la delegada del Gobierno, se han reunido en más de una ocasión con el presidente de la Autoridad Portuaria, César Díaz, y el director de Brittany Ferries para conocer sobre el terreno la problemática que llega con la nueva norma comunitaria que se especifica en el Reglamento (UE) 2017/2226 del Parlamento Europeo.

Una norma que se crea con el objetivo de mejorar el actual método, que se ha quedado anticuado porque no proporciona datos completamente fiables sobre los cruces fronterizos y no permite una detección sistemática de las personas que han superado la duración máxima de su estancia autorizada.