La obra de la protonterapia se retrasa de nuevo por el informe técnico del búnker

Este estudio es necesario para que el arquitecto realice el informe de supervisión de la obra. Así que «mientras no se resuelvan estas cuestiones técnicas, no se puede avanzar con el siguiente paso», apunta el consejero, que tiene preparada la autorización del contrato para llevar al próximo Consejo de Gobierno, junto con la estimación del presupuesto plurianual del proyecto.

Y teniendo en cuenta la envergadura de la construcción, en pleno corazón del hospital, no se descarta que aún encuentre algún contratiempo más en el largo camino que tiene por delante. El propio Pascual ha dicho en más de una ocasión que la obra de la Unidad de Protonterapia de Valdecilla va a llevar más tiempo de lo calculado en un principio, dada su alta complejidad, de la misma forma que su coste también iba a resultar más caro -solo la obra supondrá casi 19 millones-.

En total, el montante del proyecto asciende a «unos 50 millones de euros», que saldrán de los presupuestos regionales, porque no se llegó a tiempo (precisamente por las demoras en el proceso) para sufragarlo con fondos europeos, que era la idea inicial del Gobierno bipartito (PRC-PSOE) la pasada legislatura. En cuanto a los plazos, el horizonte de 2025 que se había marcado el equipo de Raúl Pesquera para poner en marcha el proyecto estrella de la protonterapia se alejó hasta finales de 2016 tras el cambio político.

Y ese es solo el plazo estimado para tener la obra concluida, «si todo va bien», porque después la empresa adjudicataria aún necesitará «otro año más» para la puesta a punto de la máquina, que ya está fabricando Varian (por un coste de 22,4 millones -27,1 con IVA-). Para entonces, el calendario ya marcará 2027 y habrá transcurrido prácticamente toda la legislatura del PP. El tiempo dirá si Cantabria consigue ser la primera autonomía en incorporar la protonterapia a la cartera de servicios en un hospital público de España o también pierde ese mérito. No hay que olvidar que hay otras siete comunidades que dispondrán de los diez aparatos de protones donados por la Fundación Amancio Ortega, adjudicadas en lote conjunto a la firma IBA, que fue la competidora de Varian en el concurso público de Valdecilla. Precisamente, el recurso que presentó para tratar de rectificar aquel resultado fue una de las razones que mantuvo parado el proceso en el verano de 2022. Una más. Porque la lista de retrasos acumulados es larga -hubo otra suspensión tras el recurso en junio de ese mismo año del Colegio de Aparejadores-.

Aunque el principal escollo fue que el primer concurso público del proyecto (en el que obra y maquinaria iban en el mismo lote) quedó desierto en 2021, lo que obligó a replantearlo y a empezar el pliego de cero. Sanidad decidió entonces dividirlo en tres. Cada uno con sus plazos, sus trámites y sus propios problemas. Resueltos los dos primeros (máquina y dirección de obra), queda ahora por adjudicar qué empresa construirá el búnker de catorce metros de profundidad, que se situará en el espacio comprendido entre la Torre D y el edificio de la Facultad de Enfermería, y con un hospital en funcionamiento.