El ocio nocturno carga contra Sanidad: «Cierre o no, el daño ya nos lo ha hecho»

Eso creen, al menos, el presidente de la Asociación de Hostelería de Cantabria, Ángel Cuevas, y, por su carisma, una de las principales referencias del ocio nocturno de la región, Ángel Suárez, portavoz de los empresarios de la noche antes de su integración en la asociación.

Ninguno de los dos lo duda. «Por las cifras que están dando, van a cerrar el ocio nocturno», coinciden en un primer análisis. Y, en efecto, si es cuestión de cifras, así será.

Como se recordará, el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, anunció la semana pasada que, «ante la gravedad de la situación», el Ejecutivo iba a adelantar al lunes, esto es, a hoy, la publicación del semáforo covid. Eso, y que en la nueva valoración el conjunto de la comunidad autónoma ya estaría para entonces en el nivel 3 por el aumento de la presión hospitalaria.

La consecuencia directa de ello será un endurecimiento de las restricciones, entre ellas el cierre (otra vez) del ocio nocturno en todos aquellos municipios que hoy se encuentren en este nivel y entre los que, previsiblemente, estarán Santander, Torrelavega, Camargo, Castro Urdiales, Laredo, Piélagos, Bezana... Es decir, los ayuntamientos de mayor tamaño y, también, los que concentran el grueso de la actividad festiva por la noche. Se produzca o no esta medida, «el daño ya nos lo han hecho», dice Cuevas.

«Estamos trabajando poco», asegura el presidente de los hosteleros, que recuerda que el cierre no va a afectar únicamente al ocio nocturno como tal, esto es, a pubs, a discotecas y a 'afters'. «Se han anulado fiestas y cotillones en locales autorizados, comidas y cenas en restaurantes, reservas en hoteles, en apartamentos, en bungalows...».

Más allá del destrozo económico que esta medida pueda ocasionar a decenas de empresas para las que la fiesta de Nochevieja es, tal y como ha transcurrido el año, «un pequeño bote salvavidas», Cuevas cuestiona su eficacia en términos sanitarios.

«Aquí lo que se va a producir es una transferencia del ocio nocturno, que va a pasar de desarrollarse en establecimientos preparados para combatir el covid a desarrollarse en parques, en playas o, peor, en locales ilegales», avisa el presidente de los hosteleros, que, llegado a este punto, se hace una pregunta en alta voz: «¿A ustedes qué les parece que es mejor?».

Pendiente del anuncio que hoy efectúe la Consejería de Sanidad, y al que él promete una reacción de los servicios jurídicos del colectivo, «con el que vamos a valorar todas las posibilidades», Ángel Cuevas vaticinaba ayer «una semana de locos».

También el otro Ángel, Suárez, que habla por su propia boca y la de sus colegas del ocio nocturno. «Por los datos que estamos viendo, nos van a cerrar», sospecha. «Y nuestra idea es recurrir esa decisión ante los tribunales», adelanta el empresario.

Sin entrar a valorar en profundidad la efectividad de la medida, que él también pone en solfa con los argumentos de Cuevas, Suárez llama la atención sobre «el daño, tremendo, pero tremendo, que se le está haciendo al ocio nocturno de esta región», pagano, piensa él, de la grave situación sanitaria que ha provocado el coronavirus.

«Somos la comunidad autónoma que más tiempo ha mantenido cerrado su ocio nocturno desde que comenzó esta crisis», dice. «Y los datos han demostrado que no estamos ni mejor ni peor que aquellas otras en las que ha permanecido abierto o ha cerrado en momentos muy puntuales», prosigue el empresario, que está «un poco cansado ya de que se señale al ocio nocturno como causante hasta de los contagios en los colegios».

En la misma línea que Cuevas, Suárez cree que esta decisión, el cierre de la noche a cal y canto, «solo va a servir para trasladar la fiesta a las playas, a los parques y a locales clandestinos». Es tan incoherente, asegura él, «que a mí me van a prohibir reunir a cien personas para que celebren la Nochevieja en mi local y, sin embargo, me van a permitir organizarles a esas cien personas una fiesta para que celebren la Nochevieja en una vivienda particular».