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El ritmo de crecimiento de la sexta ola continúa imparable y, ahora, se acelera aún más con la variante Ómicron, que ya deja más de un centenar de casos (117) en Cantabria. Allí donde se detecta, se multiplica la media de contactos estrechos -debido ... a su alta contagiosidad- y de cuarentenas, indicadas aunque la primera PCR sea negativa y se esté vacunado (requisitos que con las otras cepas bastaban para evitar el aislamiento). Según el último informe de Sanidad, el sábado otras 231 personas confirmaron su positivo en covid, 70 en Santander. Y ya son más de 1.500 los diagnósticos acumulados en la última semana, con la incidencia camino de los 500 casos por cada 100.000 habitantes.
La alta propagación del virus, a las puertas de las Navidades, también ha elevado la presión en los hospitales, donde la ocupación de camas por enfermos de coronavirus ya supera el 5% (ayer había 85 pacientes en total, de ellos 21 en la UCI), pasando al nivel de riesgo medio. De hecho, en Cuidados Intensivos las camas ocupadas rozan el 15% -en concreto, está en 14,9%-, el límite para pasar al riesgo alto. Cuando ese dato se consolide (la diferencia es cuestión de un solo ingreso), y teniendo en cuenta que los indicadores de transmisión (incidencias, positividad, tendencia...) ya hace tiempo que marcan zona de peligro, Cantabria en su conjunto subirá el nivel de alerta del 1 al 2. Un salto que podría reflejarse mañana mismo en la actualización del semáforo covid, que mide la situación por municipios y establecen las restricciones a aplicar para contener los contagios. Asunto este que centrará también la conferencia de presidentes convocada por Pedro Sánchez para el miércoles.
La preocupación de las autoridades sanitarias ante el rápido avance de la pandemia ha llevado al Servicio Cántabro de Salud (SCS) a acelerar también la administración de las terceras dosis a la población mayor de 60 años -revacunada al 64%-. Ayer mismo se convocó a casi un millar de personas de este grupo de edad en el centro de salud de El Sardinero, en horario de mañana y tarde, para recibir el pinchazo de refuerzo. Las colas de personas desde primera hora del domingo en las inmediaciones daban cuenta del empujón a la campaña. Y no sólo allí. Durante el fin de semana se desplegó el operativo de vacunación masiva a los niños de 9 a 11 años. Más de 6.700 menores estaban citados en los siete puntos habilitados, los grupos más numerosos en los centros de El Alisal (Santander), Santa Cruz de Bezana y Tanos, y el resto en Cabezón de la Sal, Castro Urdiales (Cotolino), Santoña y el Hospital Tres Mares (Reinosa). Además, en la primera fase de la campaña, entre el miércoles y el viernes, también recibieron su primera dosis de Pfizer otros mil niños, incluidos los clasificados como colectivo de riesgo, que fueron vacunados en Valdecilla.
Aunque el sistema de autocita del SCS continúa abierto -la idea es repetir la experiencia los siguientes fines de semana, compensando los festivos navideños con jornadas de vacunación en horario de mañana los días 24 y 31-, la campaña pediátrica se desarrolla de forma paralela y con la citación clásica, con llamada telefónica personalizada, para vacunar a los menores en los centros de Alto Asón, Bajo Asón, Gama, Nansa, Liébana, Alto Pas, Miera y Selaya. Una vez se avance con el grupo de 9 a 11 años se procederá con los niños de 5 a 8. En su caso, el intervalo entre las dos dosis es de ocho semanas.
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