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-¿Usted también ve poderes oscuros que quieren desestabilizar al Gobierno, como denuncia el presidente Pedro Sánchez?
-Yo sí constato una cosa. Este Gobierno, ... en circunstancias que no ha tenido ninguno en democracia, se está enfrentando a retos completamente imprevisibles: el covid, el volcán de La Palma... En muchos medios y cenáculos, lo único que veo son críticas al Gobierno. Jamás se resalta lo que está haciendo para dar respuesta a los problemas de los españoles. Y cualquier aspecto que se puede presentar de una forma negativa, se presenta.
-Los que critican la tibieza de España con Marruecos en relación a lo ocurrido en la valla de Melilla no son precisamente de extrema derecha.
-Lo que ha ocurrido en la valla es una tragedia que nos conmueve a todos. Lo que ha ocurrido en Melilla tiene causas profundas que arrancan a cientos de kilómetros de ahí y que tienen que ver con el subdesarrollo. Hay que atajar esas causas y lo estamos haciendo. En este Presupuesto hemos recuperado 10 años de destrucción de ayudas al desarrollo y en la nueva Ley se fija ese mínimo del 0,7% de ayuda al desarrollo obligatorio. El Sahel está entre los puntos de actuación prioritaria. Lo que ocurrió en esa valla demuestra que hay que estrechar más la colaboración entre los países receptores de migración irregular y los de origen y tránsito. Hay que lograr que el mar no se convierta en una tumba para estas personas que llegan guiadas por la desesperación y que, legítimamente, aspiran a un futuro mejor. España es el único país que tiene una frontera con África y, por tanto, es frontera exterior de la UE. Es la frontera más desigual del planeta, cojamos el criterio que cojamos, hay que comprender la complejidad de controlar esa situación.
-La complejidad es evidente, lo que está en duda es la labor policial y la reacción de España.
-El trabajo de las fuerzas de seguridad españolas y la gendarmería marroquí es complejo, mucho más cuando se produce una avalancha inesperada de 2.000 personas que quieren entrar fuera de los cauces legales. Este Gobierno ha hecho mucho por la integración de los inmigrantes, ha reformado el reglamento de extranjería, ha extendido la sanidad universal a los inmigrantes irregulares, acogió a miles de refugiados afganos... Pero también necesitamos ordenar las migraciones y que la gente acceda por los cauces ordenados.
-Cuando hay 30 muertos, innegablemente algo ha salido mal. Tampoco parece que sea muy razonable enterrar a las víctimas sin autopsia.
-La tragedia humana nos conmueve, pero la reflexión es que hay que estrechar más la relación entre los países emisores y receptores, con la necesidad de alcanzar un pacto de Asilo Europeo. Mientras no atajemos las causas profundas, seguiremos teniendo esta presión.
Intervención en la UIMP
«En este momento tan complejo y convulso del mundo, cuando se empieza a diseñar un nuevo orden mundial, es importante que existan foros como este». Ese foro necesario es la UIMP y lo complejo y convulso del momento tiene que ver, sobre todo, con la guerra en Ucrania, cuyas consecuencias ya son palmarias para Occidente. En este contexto, España quiere atraer aliados que estén en sintonía con el modelo «democrático» y «multilateral» que, a juicio de José Manuel Albares, sustancia la Unión Europea (UE). Y Latinoamérica, así en general, es un socio genuino de Europa, recordó el ministro en Santander.
Albares quiere que la relación entre ambos entornos se estreche aprovechando la Presidencia española de la UE, que tendrá lugar entre julio y diciembre de 2023, y que capitaneará el propio ministro, diplomático experimentado. Dado que Europa ha ignorado «tantas veces» el potencial de sus socios latinoamericanos, «España tiene que ser un motor» para su reconexión durante ese mandato transitorio. Es lo que Moncloa llama la «relación birregional estratégica» entre la UE, América Latina y el Caribe. En paralelo, está el hecho de que el propio Albares recuperó hace un año la Secretaría de Estado para Iberoamérica. Con todo, la meta, dice Moncloa, es «reforzar» la «agenda iberoamericana» en los seis meses de Presidencia europea.
La aspiración del Gobierno de España, por tanto, será intentar situar a América Latina, «de nuevo, en el centro de la agenda europea», dijo Albares. Los países latinoamericanos comparten con la UE una «misma visión del mundo», por lo que «no podemos permitir que el orden mundial se realinee y esa voz quede ausente de esos debates», defendió el ministro. Es más: si Europa no mira a América Latina, «otros actores, con otras agendas muy distintas a los valores europeos, pueden entrar» en juego, agregó el titular de Exteriores. De sus palabras puede deducirse que China sería uno de esos actores.
Y un socio trasatlántico con el que España vive un momento dulce es Estados Unidos y la Administración de Joe Biden. «Existe un estrechamiento y una cercanía como hacía muchas décadas que no teníamos, y durante la cumbre ha quedado patente la sintonía que tenemos entre ambos países», constató el ministro Albares.
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