La oferta del SCS para cubrir plazas difíciles: tres años de contrato y pasar a fijo sin examen

Esta es la oferta que el lunes aprobó la Consejería de Sanidad en mesa sectorial, con el apoyo de CSIF, UGT,ATI y Sindicato Médico –no lo firmaron ni CC OO ni Satse, que considera que «la enfermería queda excluida del acuerdo», pese a que la administración insiste en que «será aplicable a todos los profesionales vinculados a plazas catalogadas como de difícil cobertura»–.

Aún no se han especificado cuáles son los puestos que serán incentivados para intentar captar personal, aunque en el caso del Hospital de Laredo, que es el más acuciante dado su histórico déficit de especialistas, se da por hecho que el acuerdo se aplicará para todo anestesista, neurólogo, neumólogo, radiólogo, oftalmólogo y traumatólogo, así como a los médicos de familia dispuestos a incorporarse al equipo de Urgencias, que está en una situación «crítica, que aún se agravará durante el verano», como denuncia la plantilla.

El documento aprobado incluye un apartado que puede minimizar las reticencias habituales de los jóvenes a la hora de plantearse trabajar en un hospital comarcal: el temor a ver frenada su proyección profesional. Por eso, se ha añadido el punto de «incentivos adicionales», que les deja la puerta abierta a continuar formándose y desarrollando parte de su actividad en centros de referencia (léase, en Valdecilla). Un matiz que, a juicio del Sindicato Médico, es «muy importante».

También en Atención Primaria se aplicarán beneficios asociados a plazas complicadas de ocupar, como ocurre en Potes.No se concretan esas «medidas específicas de fomento» para los equipos de los centros de salud, consultorios y SUAP (servicios de urgencias), pero las organizaciones sindicales entienden que van orientadas a compensar la penosidad ligada a los gastos de transporte y vivienda, sobre todo teniendo en cuenta que el sueldo de los médicos de ámbito rural está condicionado por el cupo de pacientes (tarjetas asignadas) y en determinados pueblos esa cifra es muy inferior a la media.

El vicepresidente del Sindicato Médico, Santiago Raba, opina que «el acuerdo alcanzado es positivo, aunque el resultado es incierto. La valoración la tendrán que hacer los profesionales, que son los que decidirán si funciona o no. Esperemos que funcione, pues de lo contrario tendremos un problema serio en Laredo».

También Margarita Ferreras, desde CSIF, considera que estas medidas pueden ser «incentivadoras», pero «a partir de octubre, que es cuando se pueden contratar a los residentes que terminan. Por desgracia, van a ser insuficientes y no solucionan el problema actual, que son las contingencias del verano. Este acuerdo llega tarde para eso». Por su parte, UGT destaca que el sistema establecido para cubrir las plazas desiertas con medidas «extraordinarias» afectarán a todo el personal, tanto el sanitario como de gestión y servicios, y «beneficiará a los trabajadores que por voluntad propia se apunten a desempeñar su trabajo en las citadas plazas». La crítica llega de la mano de Satse: «Este Gobierno obvia el trabajo y el esfuerzo de las enfermeras y firma acuerdos que benefician claramente a unos profesionales sobre otros».