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El pasado domingo se hizo notar, por fin, el verano en Cantabria. A las pruebas hay que remitirse. En las playas era difícil encontrar hueco ... para estirar la toalla y en los chiringuitos, bien entrada la tarde, prácticamente imposible encontrar silla. Había que aprovechar. Los días siguientes también se dejó ver el sol y las temperaturas hicieron que la frase del día fuese «hace un calor infernal». ¿La solución? Para muchos, darse un baño refrescante en el mar. O intentarlo. Porque de refrescante, poco. Y es que la temperatura del agua también ha aumentado en los últimos días.
En las orillas de las playas de Cantabria las conversaciones de los bañistas se han centrado, desde el pasado domingo, en lo caliente que está el agua mar. «Es como caldo», «esto no refresca» o «parece que estamos en el Mediterráneo» son los comentarios más sonados. Razón no les falta. El sistema satelital de medición que maneja Puertos del Estado registró frente a los acantilados de Cabo Mayor una máxima de 22,87 grados, un dato «elevado» según el delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet)en Cantabria, Arcadio Blasco, y que ha propiciado la llegada de las salpas y las carabelas portuguesas a la costa cántabra.
Por su parte, el martes fue el día más caluroso en lo que va de verano. De las veintidós estaciones automáticas que hay en Cantabria, dieciséis dieron máximas superiores a 30 grados. Sin embargo, la temperatura más alta hasta hoy se alcanzó el lunes en Polientes, donde se registraron 38º. Por las noches también se ha notado el aumento de temperaturas, que no bajaron de los 20 grados desde el domingo hasta el miércoles. Ventanas abiertas, edredones fuera, ventiladores y unas cuantas picaduras de mosquito para poder dormir.
Eso sí, al despedir a julio le dijimos también adiós a la ola de calor. A partir de hoy descienden de nuevo las temperaturas, aunque solo por unos días.
La Agencia Estatal de Metereología estima, basandose en los modelos estacionales de predicción, que los meses de agosto, septiembre y octubre registrarán temperaturas por encima de la media. En esta misma línea, el documento aportado por la Aemet también refleja que los próximos tres meses serán más secos de lo normal. El delegado territorial de la Aemet en Cantabria, Arcadio Blasco, reconoce que aun es pronto para hacer balance de julio pero «todo apunta a que quedará como un mes normal o incluso más cálido que en años anteriores». Puede parecer mentira para muchos, pero insiste en que no podemos comparar este julio al de 2022 y 2023, ya que fueron veranos «extremadamente cálidos».
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