
«No olvidaré nunca la emoción de ese momento»
Así lo vivió ·
DM120.Tras dos meses «horribles», volvió a ver a su madre: «Me dio su mano, yo la cogí y empecé a llorar»Secciones
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DM120.Tras dos meses «horribles», volvió a ver a su madre: «Me dio su mano, yo la cogí y empecé a llorar»Mirando la imagen que el fotógrafo Roberto Ruiz hizo a María de Diego Tezanos y a su madre, la primera recuerda «la emoción de ese momento, que nunca olvidaré. Cuando vi a mi madre después de una cuarentena horrible, con el miedo que pasamos por ella, no pude aguantar y rompí a llorar. La información que recibíamos, a través de los medios de comunicación, era que el covid estaba haciendo estragos, sobre todo en las personas mayores, y poder volver a vernos fue indescriptible».
Las residencias, rememora, «estaban, la mayoría, con casi todos sus mayores contagiados. Muchos de ellos fallecieron. ¡Y de qué forma tan cruel pasaban sus últimos días! Además de encontrarse mal por la enfermedad, no podían estar con sus familias, con sus hijos, maridos o nietos».
Para De Diego, «ser consciente de ello, todos los días del confinamiento, resultó muy duro. Tenía miedo porque ella pudiera coger el covid en cualquier momento. Pensaba lo que estaría pasando por la cabeza de mi madre, al no vernos ni a mi hermano ni a mí durante tanto tiempo, porque aunque estaba entrando en la demencia, ella nos reconocía».
Y llegó el día en el que, por fin, pudo ir a su encuentro. «En cuanto me vio, se puso a llorar y a preguntarme por qué no había ido antes y qué era lo que había pasado. Ella no entendía por qué, en todo este tiempo -alrededor de dos meses-, no habíamos ido a verla. Eso me rompió y entonces empecé a llorar. Me dio su mano, y yo la cogí», describe.
De Diego relata ese momento con delicadeza: «Aunque fue triste, también fue la manera de liberar todo lo que habíamos pasado. Fue una mezcla de sentimientos: miedo, tristeza, incertidumbre y también la alegría de verla. Pude constatar que estaba bien». La mujer continúa con su relato, explicando que «con todo lo que hemos pasado durante la pandemia, te das cuenta de lo importantes que son los abrazos, los besos y los días que compartimos en familia. Eso es lo más importante que tenemos».
LA FOTO
Cuando Roberto Ruiz, fotógrafo de El Diario, captó esta imagen, habían pasado dos meses de aislamiento y soledad en la residencia de mayores de San Cipriano, en San Juan de la Canal, donde los residentes no podían recibir visitas ni salir de sus habitaciones. Esta fotografía no solo muestra la emoción del reencuentro, sino también el gesto de dolor que transmite el miedo y la frustración que el virus causó en los mayores.
Título 'Crónica visual de Cantabria 1902-2022'. De la colección 'Entretiempos'.
Páginas 176
Contenido 330 fotografías periodísticas de los 120 últimos años de la historia de Cantabria, acompañadas por textos de autor explicativos
Precio 19,95 euros
Cómo conseguirlo Puede reservarse en los puntos de venta de El Diario con el cupón que se publica desde hoy. Para quienes se suscriban durante un año a la edición digital, ON+, será gratis
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