
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El oncólogo José Manuel López Vega pone en cuestión -en un artículo que hoy se publica en El Diario Montañés bajo el título 'Parole, parole, ... parole'- el proyecto de protonterapia del Gobierno de Cantabria para Valdecilla. El médico especialista, adscrito al principal centro hospitalario cántabro y a la Clínica Mompía, detecta debilidades de calado y refuta el proyecto, entre otras cosas, por la disparidad de cifras asistenciales y económicas que han acompañado esta y otras estrategias de protonterapia en el país. Esto impide calcular su impacto real y anticipa el error. «Me topo con varias inconsistencias. Una, que Valdecilla tendría la primera unidad pública por 39 millones de euros para tratar 500 pacientes al año, cosa extraña si Andalucía preveía 56 millones para 190 pacientes», analiza López Vega, relacionando así los proyectos cántabro y andaluz (este último, sopesado bajo cifras y criterios bien diferentes).
También subraya López Vega que Cantabria no será ya «única» en la prestación de la protonterapia. Cabe recordar que el proyecto del Gobierno autonómico con cargo a los fondos europeos ha sufrido más de un revés. Valdecilla estaba llamado a convertirse en el primer hospital público que proporcionara este servicio, pero en su camino se cruzó el acuerdo entre la Fundación Amancio Ortega y el Gobierno de España, que permitirá dotar de esta tecnología a el País Vasco, Cataluña o Galicia. Y López Vega también se fija en la estrategia que siguen otros centros oncológicos punteros en París o Milán. Más allá de que la protonterapia no esté entre sus objetivos, «ninguno publica un presupuesto específico» para ello, indica.
José Manuel López Vega- Oncólogo
Su reflexión llega solo unos días después de que el jefe de Servicio de Oncología Médica de Valdecilla, Fernando Rivera, indicara que, más allá de que la incorporación de la protonterapia es «interesante», no se puede «exagerar su utilidad». Es un tratamiento «esencial para un pequeño grupo de pacientes», pero no procurará «un aumento significativo en el número de curaciones del global de los pacientes con cáncer», señaló.
También minimiza López Vega la capacidad del proyecto cántabro de promocionar la investigación, dado que el resto presupuestario que queda para financiarla es pequeño, señala. «Menos mal que la protonterapia siempre fue humo, como el AVE, que chocó con la pura verdad: nuestro tamaño/poderío no es infinito».
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