«Estamos operando más que nunca, una media de cien pacientes cada día»

Pero desde octubre, que se firmó el acuerdo con los médicos para reactivar los programas especiales (las famosas peonadas) suspendidos desde febrero, a las operaciones del horario de mañana, se añaden las intervenciones realizadas por las tardes, en las que se está priorizando a los pacientes con más demora acumulada. Iglesias celebra haber podido mantener toda la programación quirúrgica prevista pese al progresivo aumento de la presión asistencial a lo largo del mes de diciembre.

En qué medida esa actividad extraordinaria está repercutiendo en las listas de espera se verá en breve, cuando se publique el balance de final de año, donde se podrá medir también el impacto de la reactivación de las derivaciones a centros concertados desde los tres hospitales. En el corte de junio la sanidad cántabra fue la que salió peor parada en la comparativa por comunidades autónomas, tanto en listas de espera para cirugías como para primeras consultas. Es decir, que el Servicio Cántabro de Salud tiene que remontar los peores registros de su historia, que son también los peores de toda España, según el informe del Ministerio de Sanidad. En concreto, en junio había 61.702 personas en cola para una primera cita con el especialista y otros 16.067 pendientes de concretar la fecha para pasar por quirófano.