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La gestión de la crisis de Ucrania que está llevando a cabo el Gobierno de Cantabria es un «caos». Eso es al menos lo que piensan los grupos de la oposición y lo que expresaron ayer en sede parlamentaria al vicepresidente regional, Pablo Zuloaga, ... tras escuchar su comparecencia a petición propia. De poco sirvió la defensa que hizo el líder de los socialistas cántabros ayer porque los diputados del PP y Cs –Vox no asistió– se despacharon a gusto y centraron sus críticas en el propio Zuloaga y la directora general de Cooperación al Desarrollo, Silvia Abascal, también presente en la comisión parlamentaria.
El diputado del PP, Álvaro Aguirre, destacó la respuesta de la sociedad de la región «a pesar de las zancadillas» del Gobierno. «Media Cantabria se avergüenza y funciona sin usted y a pesar de usted».
En la misma línea el líder de Cs, Félix Álvarez, aseguró que la sociedad cántabra ha dado «otra lección» al estar «muy por encima» de las instituciones y de las medidas «torpes y lentas de la Dirección General de Cooperación», resaltó. «El caos que hemos vivido en estas primeras semanas con el asunto de la ayuda humanitaria y de la acogida de ucranianos en Cantabria no tiene un pase» y apostó por dejar «para cuando esto termine» la valoración final, así como la exigencia de responsabilidades «si fuera necesario».
En su respuesta a las críticas de la oposición, el vicepresidente acusó a PP y Cs de «utilizar la guerra con fines políticos» y para el «confrontamiento» con el Gobierno tanto de Cantabria como con el de España, un comportamiento que tildó de «lamentable». Zuloaga también recordó que han puesto a disposición 200 plazas en albergues públicos de la región y 8 pisos de acogida, además de ponerse en marcha el teléfono de atención 649457454, que hasta el momento ha atendido más de 500 llamadas. «La cuenta habilitada por el Ejecutivo para las aportaciones ciudadanas de ayuda humanitaria ha recibido 60 donaciones, por unos 9.000 euros».
Dentro de la acogida de ciudadanos ucranianos en los albergues que gestiona el Gobierno señaló que el de Solórzano cuenta con 81 personas. «Allí, se ha dispuesto un servicio de ayuda psicológica, de traducción y de seguridad, así como de actividades de ocio y tiempo libre para los 30 niños que se encuentran allí», detalló.
Zuloaga avanzó que se prevé la llegada a Cantabria de más refugiados ucranianos que se sumen a las 350 que ya hay, disponiendo del albergue de Penagos, y si fuera necesario de nuevos espacios en Tama y Potes.
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