Los ordenadores de la Biblioteca Central llevan ya nueve meses fuera de servicio

Varios carteles siguen anunciando metros antes que los equipos se encuentran «temporalmente fuera de servicio» mientras se procede al cambio del sistema informático que está realizando el Gobierno de Cantabria en todos sus departamentos. El problema es que esa temporalidad va camino de alcanzar un año. Como si el ambiente de lectura, estudio, tranquilidad, concentración, que reina en las instalaciones hubiera detenido el paso del tiempo.

Los numerosos usuarios de esta biblioteca pública han pasado de la queja inicial a la resignación. Cansados de pedir explicaciones que no encuentran respuesta. «No tenemos ni idea de cuándo volverán a funcionar», contestaban ayer las operarias que trabajan en la primera planta junto a la sala de Internet, a cuyo interior una llamativa cinta impide el acceso. Al otro lado de la misma, decenas de ordenadores solitarios, apagados, inhabilitados, huérfanos de uso desde finales del mes de abril del año pasado.

El que disponga de ordenador portátil puede acudir a la Biblioteca Central y conectarse a la red wifi disponible, pero los que directamente utilizaban los equipos del centro, ya fuera para consultar algún tipo de información, realizar trabajos, leer medios de comunicación digitales o acceder a internet, se han quedado sin servicio desde hace meses. Tan sólo es necesario disponer del carné de lector, de carácter gratuito, para poder usarlos. «Este es un servicio que una biblioteca pública como ésta tiene que dar», insisten algunos de los numerosos usuarios que utilizan diariamente las instalaciones ubicadas en la santanderina calle Ruiz de Alda.

«Si quiere, puede ir a la Biblioteca Municipal...», recomiendan como alternativa los propios trabajadores del centro. «Allí sí funcionan...», añaden con cierto tono de resignación.

En septiembre, la Consejería de Cultura respondía a El Diario Montañés que los ordenadores estarían disponibles «lo antes posible», pero sin concretar plazos exactos. En febrero, la respuesta es muy similar. «Aún no hay fecha para que estén operativos», responden desde el departamento dirigido por Francisco Fernández Mañanes. «Ahora mismo -explican- se están realizando pruebas una vez instalado el nuevo sistema».

Cultura insiste en que la Biblioteca y el Archivo Central -que comparten las rehabilitadas instalaciones del antiguo depósito de Tabacalera- se encuentran inmersos en el cambio de sistema informático que está realizando el Gobierno de Cantabria, que son «muchos» los departamentos «afectados» y que el cambio se está realizando «por etapas».

Añade que, además de la sustitución de los equipos informáticos que había por otros más «modernos», se ha procedido a «la implantación de una serie de programas de seguridad, privacidad y control» que obliga la normativa en lugares como éste, lo que ha dificultado y ralentizado el proceso, que encara ya -parece ser- su recta final. Aunque nadie se atreve a fijar una fecha aproximada para que la sala se abra de nuevo al público.

La Consejería apunta que los equipos «se verán mejorados con los nuevos sistemas». Entre los beneficios destacan que los usuarios de la biblioteca podrán acceder directamente al servicio de ordenadores con su tarjeta de socio sin necesidad de la mediación de un operario. Pero el cambio ha llevado consigo también la reducción de 56 a 40 de los equipos disponibles para uso público.