La Mesa, que se ha reunido a las 14.00 horas y de forma precipitada, lo ha denegado por dos razones fundamentales: la primera es porque no ha logrado el 'quorum' suficiente para poder estudiar esta solicitud (han acudido sólo tres de los cinco integrantes de la mesa, faltando los representantes de Podemos -Alberto Bolado- y del PP -María José Saénz de Buruaga.) y la segunda, y más importante, porque el reglamento del Parlamento tiene previsto el voto telemático para diputados que sufren una grave enfermedad y para las mujeres embarazadas que tienen que guardar reposo por prescripción facultativa.
Tras la denegación de esta solicitud, Verónica Ordóñez se plantea la posibilidad de no acudir este jueves al importante pleno de los Presupuestos, aunque su ausencia no será un problema para que el bipartito (PRC y PSOE) pueda aprobar las cuentas de 2019, ya que cuenta con el apoyo de Ciudadanos. Eso sí, si la diputada de Podemos, finalmente, no está presente este jueves en el Parlamento, se daría la paradoja de que la postura de la formación morada con respecto a los Presupuestos 2019 podría ser defendida por el propio José Ramón Blanco, a quien el partido ha solicitado su acta de diputado por faltar a su trabajo pese a haber recibido el alta médica e incluso se ha planteado suspenderle de militancia.
El reglamento solo contempla el voto telemático para casos de grave enfermedad o las embarazadas que tienen que guardar reposo
Para solicitar el voto telemático Ordóñez ha presentado un informe psiquiátrico, en el que se indica que la diputada de Podemos tiene problemas de estrés y ansiedad causados por tener que trabajar junto a Blanco, que el pasado lunes regresó al Parlamento después de un periodo de baja tras hacerse público a principios de octubre un supuesto acoso a la propia portavoz y dos personas más de Podemos: la secretaria general en Santander, Lidia Alegría, y una trabajadora de la formación morada.
En el pleno del pasado lunes, Ordóñez ya señaló a los periodistas que no se iba a sentar junto a José Ramón Blanco porque no era «capaz de soportarlo ni física ni emocionalmente». Entonces confiaba que su partido tomara una solución definitiva que impidiera que volvieran a coincidir pero eso no ha tenido lugar, al menos por ahora.
El lunes también reprochó a su compañero de partido que no haya ido al Parlamento «porque no le daba la gana» y pidió a Podemos que tome medidas.
Mientras tanto, Podemos Cantabria estudia reunir a su consejo de coordinación -integrado por los mismos miembros que el Ciudadano o de dirección- para abordar la situación de José Ramón Blanco y analizar la posibilidad de suspenderle de militancia si no entrega su acta de diputado.
Pero, por el momento, no hay ninguna convocatoria oficial o formal, aunque sí se está barajando celebrar la reunión el sábado o domingo, según ha indicado a esta agencia el secretario de Acción Institucional, Pablo Susinos, que ha recordado que la decisión será en cualquier caso «colectiva», ya que deberá aprobarse en el seno de ese órgano.
El también responsable de Comunicación de los morados ha admitido que el hecho de que Blanco -que fue el primer secretario general del partido en Cantabria- no abandone su escaño, tal y como le ha pedido la dirección regional, puede tener consecuencias disciplinarias, como la suspensión de militancia.
En este sentido, Susinos ha recordado que Podemos no puede «forzar» al parlamentario a que entregue su acta, pues es personal, pero puede adoptar otras medidas como expulsarle del partido.
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