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La otra orilla

Olga Agüero

Santander

Viernes, 15 de junio 2018, 07:30

Amanecía abril cuando Mélenchon, en la primavera electoral francesa, pronunció su mitin de la paz en Marsella. Allí, frente al Mediterráneo, el veterano profeta ... de la izquierda agitó una rama de olivo y setenta mil personas rugieron en un vibrante silencio durante un minuto de duelo. Cómo es posible –proclamó– que el Mediterráneo se haya convertido en un cementerio donde 30.000 personas han desaparecido bajo sus aguas. Predicaba Ghandi que la humanidad es como el mar, hay que seguir creyendo en ella aunque algunas de sus gotas estén sucias. Rajoy sublimó este ejercicio de fe en su concepto 'casos aislados', tan contrariamente frecuentes que alumbraron una marea negra de corrupción. El Mediterráneo tampoco es azul, aunque ignoremos los hilos rojos que lo enturbian. Aunque hayamos borrado nuestras lágrimas por el pequeño Aylan, a quien las olas durmieron para siempre en aquella orilla.

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