Los osos que se acerquen a los pueblos serán capturados para su «rehabilitación»

El encargado de explicar la iniciativa fue el diputado Cristóbal Palacio, que recordó que, en los últimos 35 años, los osos han pasado de estar en peligro de extinción a una situación de «sobrepoblación» gracias a la aplicación del plan de recuperación. Un plan que, en su momento, era muy necesario y que «ha tenido un éxito enorme y difícil de esperar» cuando se implantó. Ahora, con 150 ejemplares en las montañas de Cantabria y casi 400 en toda la cordillera, ha pasado de ser la solución a «un problema» por los continuos avistamientos en Campoo y Liébana y quince ataques a personas en los últimos años.

«El oso es potencialmente peligroso para el hombre. La recuperación de las poblaciones tiene que ser compatible con la vida en el mundo rural», defendió el portavoz de Vox en la materia, que en la batería de medidas que propuso también introdujo la revisión del actual plan común de intervención que Cantabria desarrolla junto a Asturias y Castilla y León. Un nuevo modelo «que haga frente a los problemas causados por la interacción de los osos pardos con los humanos» y que establezca medidas que dificulten su acceso a los núcleos de población.

¿Qué otras medidas? Por ejemplo, Palacio recordó que, a día de hoy, la Consejería de Desarrollo Rural y Ganadería tiene monitorizados a través de collares con señal GPS a quince ejemplares que han demostrado en el pasado ser «potencialmente peligrosos» por protagonizar ataques a colmenas o cierres de fincas o por acercarse demasiado a zonas pobladas. La propuesta es aumentar esa cifra. Y, al mismo tiempo, reforzar el personal destinado a la vigilancia y control de las poblaciones, de manera que se pueda desarrollar un «sistema de alerta temprana de avistamientos de osos en zonas habitables que permita evitar el acercamiento de estos animales con los humanos».

Otro de los puntos de la propuesta consiste en revisar y actualizar las ayudas y compensaciones a los ganaderos, agricultores, apicultores y todo el sector primario por los ataques y desperfectos que les produce la reimplantación del oso pardo en sus fincas y explotaciones. De cara a ese revisión del modelo, también hizo aportaciones desde el PSOE la diputada Eva Salmón.

Dado el interés de los osos por la fruta y que en muchas ocasiones se acercan a los pueblos porque allí es donde hay frutales, los socialistas proponen la plantación de árboles de este tipo a 300 o 500 metros de las zonas habitadas. Una medida que, reconocen, será útil a medio plazo. Mientras tanto, piden limpiar los caminos para que los paseantes se puedan percatar antes de la presencia de osos. Así, tendrán más tiempo para reaccionar y, al mismo tiempo, se creará empleo y se mejorará el mantenimiento de los montes.

Además del PP, también apoyó la PNL el PRC. Guillermo Blanco celebró este cambio de rumbo, después de que el ya exconsejero Pablo Palencia se limitara a decir a los afectados que «había que aprender a coexistir con los osos». «Convivir sí, pero no coexistir», matizó el regionalista, que recordó que durante su etapa como consejero hubo experiencias para ahuyentar a los ejemplares que se acercaban a los pueblos con sonidos y olores.