Pablo Palencia: «No vemos actitud de cambio respecto al lobo a corto plazo»

Ése era el principal objetivo del encuentro celebrado en Madrid, al que Palencia llegó cargados de argumentos que, al parecer, no lograron convencer al representante del Ministerio para la Transición Ecológica, que no prevé cambios a corto plazo en su política respecto a este depredador, a pesar de los lamentos de los ganaderos y de las peticiones de los presidentes de las comunidades más afectadas por sus ataques. De hecho, esta misma semana la presidenta regional, María José Sáenz de Buruaga, reclamaba a Europa, en el Comité de las regiones, rebajar la protección del lobo, incluido desde 2021 por el Ministerio en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre).

«No existe argumento científico, técnico ni cultural para mantener la especie en el Lespre –insistió el consejero–; la información de que disponemos apunta más bien a lo contrario: hay evidencias culturales, de censo de ataques y de cambio de comportamiento del animal que justifican su salida del Lespre y la vuelta al control poblacional». Respecto a ese cambio de comportamiento del lobo, Palencia recordó el reciente ataque de un ejemplar a un ganadero de Asturias, mientras «crece el aviso de que puede ocurrir una situación más grave, que nadie quiere: la sociedad no entendería que ni el Ministerio ni el Partido Socialista hagan absolutamente nada pudiendo prever una situación de alarma social».

Aseguró, no obstante, que «ni el Gobierno de Cantabria ni ningún ganadero quiere el exterminio de la especie, sino un equilibrio en pro de la biodiversidad».

A juicio del responsable de Desarrollo Rural, la inclusión en el Lespre está produciendo «el efecto contrario de lo que pretendía el decreto», al suponer un «ataque cultural a nuestras raíces», un grave perjuicio contra la ganadería extensiva –«una actividad clave, con un componente económico y también cultural»–, y también un daño a la biodiversidad. «Está afectando a otras especies silvestres como el jabalí, el corzo y el venado, provocando el desplazamiento de los animales de unas regiones a otras», al tiempo que el lobo sigue acercándose a las zonas habitadas, «perdiendo el respeto al hombre», con el consiguiente peligro de transmisión de enfermedades, mientras provoca «un clima de polarización» en la sociedad frente a una especie que «necesita control poblacional». Por todo ello, Palencia pidió a Morán que el Ejecutivo apoye la proposición de ley que se va a debatir en el Congreso, a propuesta del PP, para retirarle esa protección.

El Ministerio, por su parte, tiene presente que un reciente estudio elaborado por el Principado de Asturias, una de las regiones más castigadas por el lobo, revela que el año pasado había 43 manadas y 39 camadas en Asturias, exactamente las mismas que en el año 2021, cuando el lobo pasó a estar protegido también al norte del río Duero. Castilla y León, por su parte, acaba de sacar a licitación de la asistencia técnica para el apoyo en la coordinación y análisis de la información del censo regional del lobo para este año y el que viene, una tarea que Cantabria aún tiene pendiente y que es necesaria para que el Ministerio disponga de los datos precisos para sopesar una hipotética salida del lobo del Lespre.

Otra de las peticiones del consejero al secretario de Estado fue la de que las Brigadas de Refuerzo en Incendios Forestales (BRIF), que ahora se encuentran en Ruente y que acuden de forma puntual a las distintas comunidades, permanezcan en Cantabria fuera de la temporada de incendios para colaborar en tareas de quemas controladas y prevención. También solicitó la colaboración de la Fundación Biodiversidad en proyectos de ganadería extensiva «para impulsar la economía y el relevo generacional en el sector ganadero».