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Los hospitales concertados y privados también se blindan para hacer frente a la llegada del Covid-19. El Centro Hospitalario Padre Menni ya ha adoptado medidas de precaución «adicionales» a las descritas por el Ministerio de Sanidad (que son las que reproduce la ... Consejería) «para preservar la propagación del virus» entre sus usuarios, aunque esa decisión -según ha podido saber este periódico-, no ha sido respaldada por la Dirección de Política Social, que incluso ha instado al centro a que se «ajuste a las recomendaciones de las autoridades sanitarias». Sin embargo, la Gerencia de Padre Menni ha decidido aumentar el grado de cautela para proteger a las 400 personas que tiene ingresadas, consideradas «población de máximo riesgo», dado que la mayoría son pacientes pluripatológicos. Por ello, en su protocolo interno establece que quedan «temporalmente suspendidas las visitas, salvo excepciones que defina el equipo terapéutico», que en ese caso «se habilitarán dentro de la unidad y nunca serán autorizadas si la persona presenta síntomas catarrales».
Asimismo, también cancela todas las salidas programadas al exterior «hasta nuevo aviso», así como las actividades del centro social (gimnasio, talleres...), «ofreciéndose posibilidades ocupacionales dentro de la unidad de ingreso». Anula los acompañamientos por parte del personal externo y aboga por reducir a «las mínimas imprescindibles» las consultas programadas.
La indicación que ha dado Salud Pública a todos los centros residenciales y sociosanitarios es «limitar el horario de visitas a una por residente y día», igual que en los hospitales, donde se recomienda un solo acompañante tanto en las habitaciones de planta como en Urgencias. Pero Padre Menni prefiere minimizar los riesgos, y así se lo ha comunicado a las familias de sus usuarios, advirtiéndoles también de las instrucciones de Sanidad.
En la misma línea, ha informado a su personal -el centro emplea a 300 profesionales- que no se realizará el descanso en la cafetería ni en las zonas comunes (se hará en las propias unidades), se suspenderán las reuniones profesionales, salvo las autorizadas por la Dirección, y se limitará el acceso a la farmacia, dispensándose lo necesario a través de la ventanilla habilitada para ello.
El procedimiento en caso de sospecha de contagio sigue las pautas marcadas desde la Dirección General de Salud Pública: antes de acudir al centro llamar de forma inmediata al 112 o al 061, desde donde se coordinará la toma de muestras para la confirmación o descarte del diagnóstico.
En el Hospital de Santa Clotilde, que dispone de 112 camas funcionales, cubiertas casi todas de forma continua, «se siguen a rajatabla las directrices que marcan los protocolos del Ministerio de Sanidad», con la restricción de visitas familiares a una persona por paciente, siempre y cuando no presente síntomas respiratorios o fiebre ni haya regresado de alguno de los países sacudidos por el brote de coronavirus. Asimismo, en los carteles informativos pegados a la entrada del centro se recuerda que «no se acudirá al hospital con menores».
Las personas de mayor edad y con diferentes enfermedades son las más vulnerables a la infección, un perfil que se corresponde con buena parte de los pacientes que aloja el centro de la orden de San Juan de Dios, concertado por el Servicio Cántabro de Salud. Más del 80% de los ingresados en sus diferentes unidades (Cuidados Paliativos, Recuperación Funcional, Daño Cerebral y Hospitalización Postquirúrgica de Traumatología y Cirugía General) tienen más de 55 años. Puesto que no dispone de área de Urgencias, no cabe la posibilidad de llegada de pacientes directamente desde la calle, por lo que se trata de proteger el contagio vía visitantes. Tampoco cuenta con Unidad de Intensivos.
La Clínica Mompía, en cambio, sí tiene su propio servicio de Urgencias, por lo que su sistema de triaje (clasificación) contempla la posibilidad de detectar en algún momento una infección sospechosa de coronavirus, lo que implica que su personal está equipado con el material de protección que marca el protocolo de Sanidad (mascarillas, traje, guantes...) y, en caso de duda, deberá proceder al aislamiento y dar aviso al 112.
El centro de Igualatorio Cantabria, con una capacidad de 105 camas, dispone desde 2017 de una Unidad de Cuidados Intensivos con tres boxes, una de las novedades incorporadas en su reforma integral, en la que amplió también el área quirúrgica y de reanimación. Además del cumplimiento escrupuloso de los protocolos de Sanidad, desde la Dirección se mantienen reuniones diarias con todos los servicios del hospital para contemplar posibles escenarios de futuro y se ha ido formando al personal de todos los departamentos sobre el uso de los trajes de protección individual.
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