Eva Bartolomé cuenta que en uno de los últimos vuelos a Viena viajaron tres personas. «Nosotros tampoco tenemos interés en mantener una operativa con aviones vacíos», resume la directora general de Turismo al hilo de las cancelaciones efectuadas por Ryanair en el Seve Ballesteros. Marrakech, ... Dublín, Edimburgo, Bolonia y Bérgamo no están ya en la oferta invernal. Incluso, relata que les plantearon «una situación peor que la que ha quedado» (se mantiene las conexiones a Londres, Bruselas, Barcelona, Valencia y Málaga). ¿Y qué efectos tiene reducir las operaciones sobre el contrato de servicios de publicidad y marketing que se firma con la compañía? Bartolomé, sin saltarse el hermetismo que rodea siempre estos acuerdos, explica que el Gobierno paga «por acciones de marketing que se ejecutan cada trimestre en unos determinados mercados». Si hay menos acciones -como ocurrirá con la reducción de rutas de estos meses- «será un importe menor».
Las cancelaciones o el descenso de pasajeros están presentes en todos los aeropuertos del país. Ryanair es el mejor ejemplo. Han suprimido 32 rutas en Barcelona, treinta en Madrid, la única que tenían en Bilbao o tres de las cuatro que operaban en Vitoria -también con un convenio, como aquí-. «Hay una relación directa entre restricciones y reservas». Es lógico. Según relata Bartolomé, tras el confinamiento, la compañía recuperó en julio casi todas sus rutas cántabras «con resultados razonablemente buenos». Agosto, con el aumento de restricciones internacionales (cuarentenas, pruebas...) ya se reflejó en las cancelaciones en septiembre y principios de octubre. «Aun así, alcanzamos un acuerdo para recuperar casi todas las rutas en invierno y planificamos las acciones de marketing correspondientes. Contaban con que las restricciones fuesen más puntuales y que la pandemia, en general, estuviese más controlada. Se suprimió Roma, pero se mantenía casi todo lo demás, y nos emplazamos a reuniones periódicas para seguir la evolución porque el panorama cambia día a día». En uno de esos encuentros les plantearon el cambio de postura y un listado de cancelaciones superior al que al final se ha ejecutado. «Al final se mantienen las tres rutas domésticas, pero en el plano internacional, que es en el que Ryanair nos ha conectado en mayor medida, es donde están los mayores problemas con todas las rutas afectadas en todos los países». En ese sentido, se confía en que Londres y Bruselas resistan mejor 'la tempestad'. «De momento queda así y nos hemos emplazado a finales de noviembre para ver si hay posibilidad de mejorar. La voluntad de todos es planificar toda la oferta completa para el próximo verano, que incluya las que estaban, las que acababan de empezar (Viena) y en las que trabajábamos desde enero para que hubieran arrancado este mismo año».
En cuanto al contrato, la directora general explica cómo funciona. Se basa en acciones de marketing (un avión rotulado con publicidad, sorteos, presencia en redes, 'newsletter'...) en diferentes mercados (Reino Unido, Países Bajos, Alemania...). En este año, esas acciones han ido «a rebufo» de la operatividad en cada momento. Más cuando se han recuperado rutas y menos, cuando han estado paradas. «Ahora habrá una ralentización de la actividad», adelanta Bartolomé con la caída de conexiones. «Se paga por las acciones de marketing que se ejecutan en cada trimestre. Se hace una planificación anual de esas acciones y se estudia en qué mercados se harán, pero se ajusta. Se mueven de uno a otro mercado o se reducen, en función de la situación. Así que ahora el importe será menor».
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