«Hemos pagado toda la derrama y estamos sin ascensor. Esto es una tomadura de pelo»

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Alejandro L. Jambrina

En unos casos las demandas ya se han remitido al juzgado, en otros están pendientes de los últimos trámites. «En nuestro caso, que vivimos en Martín de Valaguer, en Laredo, estamos ultimando todo el papeleo para formular la demanda», explica por su parte Miguel Ángel Oruña. «A nosotros la obra nos ha costado 139.000 euros y la tenemos todavía sin acabar». Les queda la última parte de la obra, básicamente, rematar y pintar. «Podemos usar el ascensor, y menos mal, porque en este edificio estamos todos jubilados y no podemos ya andar para arriba y para abajo con las escaleras», asegura con la esperanza de que la Justicia pueda pedir responsabilidades al gerente de la empresa asturiana, que se encuentra desaparecido.

En Cantabria hay más de una veintena de comunidades afectadas: dos en Castro Urdiales; nueve en Laredo; seis en Santander; tres en Santoña; una en Colindres; una en Noja; otra en Ajo, otra en Reinosa y una última en Puente Viesgo.

Todos han intentado ponerse en contacto con el dueño, pero les ha resultado imposible. Por eso crece la indignación entre los afectados, como en el caso de José Manuel Marta. «Lo peor de todo, además del dinero perdido, de que te sientes muy engañado, es que en algunos casos nos han dejado la escalera destartalada, con unos fosos increíbles y con zonas apuntaladas. Está realmente peligroso y esperemos que no haya ningún accidente», advierte este residente en una urbanización de la calle Arturo Dúo de Castro.