No pagues la multa ni mandes dinero a tu hijo: ojo con la proliferación de ciberestafas

Entre los SMS que te llegan, WhatsApp extraños y máquinas que te llaman por teléfono porque te ha tocado un premio, el que estos días atiende su móvil tiene que hilar fino para no caer en oscuras trampas. Estamos inmersos en una nueva oleada de ciberataques 'phishing', por envíos masivos de mensajes en los que la DGT te dice 'pincha aquí' para pagar la multa, Correos te pide la dirección para entregarte un paquete, tu hijo te escribe desde un móvil desconocido pidiéndote (con muchas faltas de ortografía) que le mandes 'un mensaje'... ¡No piques!

Cada vez son más los ciudadanos estafados por estos métodos. De hecho, expertos en ciberdelitos de la Guardia Civil están gestionando cinco denuncias en Cantabria del llamado 'secuestro de WhatsApp', cuyo objetivo es pedir dinero a los contactos del usuario suplantado.

Es así como 'secuestran' el WhatsApp: las víctimas reciben un SMS con un código de verificación (dicho código es el que se utiliza para iniciar una nueva sesión de la citada aplicación en otro terminal), y posteriormente, les llega un mensaje de un contacto conocido, que ya ha sido víctima de esta estafa, o de un desconocido, solicitando el código recibido, aduciendo que se lo han mandado por error a él y que se le envíe porque «lo necesita con urgencia».

Una vez que se facilita dicho código, se puede iniciar la sesión de la aplicación de la víctima en cualquier otro terminal, quedando el WhatsApp del perjudicado cerrado. El objetivo último de los ciberdelincuentes es solicitar dinero a los contactos de la víctima con diferentes excusas.

Para evitar caer en esta estafa es muy importante leer bien el mensaje en el que se envía el código, ya que es habitual que informe para qué sirve y los siguientes pasos a seguir, además de no facilitar dicho código de verificación a terceras personas. Igualmente es recomendable tener activada la verificación en dos pasos de la citada aplicación, ya que añade una capa extra de seguridad que obliga introducir un código PIN.

En estos últimos días los investigadores de la Guardia Civil han comprobado un nuevo envío de SMS fraudulentos suplantando a la Dirección General de Tráfico (DGT) e informando al destinatario de una multa de tráfico «y que revise el expediente a través del enlace adjunto».

Una vez clicado el enlace, el usuario es redirigido a una web con el logotipo de la DGT, donde le piden datos personales y de la tarjeta bancaria con el pretexto de pagar la sanción.

Desde la Guardia Civil se informa que la DGT no notifica las sanciones vía SMS, por lo que, si se es receptor de dicho mensaje, se recomienda no acceder al enlace, bloquear al remitente y eliminarlo de la bandeja de entrada.

Y no solo por SMS. La DGT también alerta de que esta estafa está llegando por mail. Pero ni una vía ni la otra: Tráfico recuerda que nunca notifica las infracciones por SMS o correo electrónico. Este tipo de mensajes solo se comunican a través del correo postal o mediante la Dirección Electrónica Vial (en caso de estar dado de alta).

Por este motivo, se recomienda eliminar inmediatamente los mensajes de este tipo y, sobre todo, nunca hacer clic en el enlace indicado ni interactuar con él. Si se recibe por correo electrónico, lo recomendable es clasificarlo como 'spam' o 'correo no deseado' para, posteriormente, enviarlo a la papelera.

Otra opción adicional es contactar con el INCIBE (Instituto Nacional de Ciberseguridad) a través de https://www.incibe.es/ciudadania/ayuda/reporte-de-fraude para informar sobre el fraude. Este departamento es el Centro de Respuesta a Incidentes de Seguridad de referencia para ciudadanos y entidades de derecho privado en España y cuenta con un buzón de correo en la web para incidencias de ciberseguridad junto a un formulario de contacto.

También está disponible el número de teléfono 017 del Instituto Nacional de Ciberseguridad, en el que se atienden consultas relacionadas con la ciberdelincuencia.

La estafa de la DGT es relativamente nueva en Cantabria y en la Policía Nacional, al contrario que en la Guardia Civil, todavía no constan denuncias. Sí que se están gestionando varias en la Jefatura, recibidas a lo largo del año, sobre «falsos hijos en apuros que piden dinero» a sus padres por mensajes de un móvil ajeno.

Y también constan denuncias en el Cuerpo Nacional de Policía de alquileres vacacionales fraudulentos, una modalidad que ha llegado a rebufo del auge de pisos turísticos en los municipios de alta ocupación. En este caso, los ciberdelincuentes aprovechan este periodo de reserva de vacaciones para utilizar diferentes métodos que van desde la clonación de páginas web, el envío de mensajes de texto y correos electrónicos sospechosos, así como el uso de redes sociales para engañar a los usuarios. Y consiguen dos cosas: por un lado, se quedan con el importe de la reserva sin existir alojamiento y, por otro, obtienen documentos personales de las víctimas para cometer otras estafas.

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