País Vasco y Asturias se confinan, pero Castilla y León lo descarta por el momento

El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, también ha reconocido que no descarta ninguna medida complementaria para frenar la expansión del coronavirus, que también está creciendo en este territorio, aunque «no se ha decidido confinar el territorio porque la presión hospitalaria, tanto en camas como en las UCI, no es en estos momentos agobiante», ha dicho.

A preguntas de los periodistas, Revilla ha calificado de «malísima noticia para Cantabria» el cierre perimetral del País Vasco, en vísperas del fin de semana de Todos los Santos, que ha considerado un «desastre», aunque ha insistido en su respeto a decisiones duras que son necesarias cuando lo deciden quienes están sobre el territorio y conocen mejor su realidad.

Ahora mismo, varias comunidades que rodean a Castilla y León y a Cantabria están confinadas perimetralmente, como son Asturias, País Vasco, La Rioja y Aragón, mientras que el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado (Cs), ha asegurado que propondrá mañana a la presidenta, Isabel Díaz Ayuso (PP), el cierre perimetral de la Comunidad ante el Puente de Todos los Santos

El País Vasco ya ha clausurado sus 'fronteras' aunque no hay controles de la Ertzaintza en el límite con cantabria y se ha confirmado que no habrá en todo el dia. La situación ya está generando dudas a la población que reside en territorio vasco: Tamara está usando para desplazarse en transporte público el mismo justificante que tenía desde el primer confinamiento de marzo, pero aún no ha podido consultar si podrá desplazarse el fin de semana a Torrelavega donde tiene a toda su familia, incluida su madre, que atraviesa un delicado momento de salud. «Cantabria no está cerrada, pero Euskadi sí, por lo que tendré que preguntar a la Ertzaintza si puedo ir a ayudar a mi madre y si me dan un permiso», indica.

Circunstancias parecidas se vivirán con Asturias, comunidad que se cerrará esta medianoche. A partir de las doce de esta noche no será posible salir de allí libremente y tampoco se podrá entrar en la comunidad. No a menos que ese desplazamiento responda a una de las causas justificadas que el decreto del estado de alarma aprobado el pasado domingo por el Gobierno central recoge como excepciones a esta restricción de movimientos. Y no hay un horizonte temporal para la apertura de `fronteras'. «Ni un día más de lo necesario pero ni un día menos de lo que nos recomienden los expertos en Salud Pública», ha dicho el presidente del Principado, Adrián Barbón.

Lo mismo ocurre en el País Vasco. Euskadi ya se ha levantado este martes con las medidas más duras para frenar la pandemia de todas las aplicadas hasta la fecha en esta segunda ola en España. El Gobierno vasco también prohíbe la entrada y salida de personas del municipio en el que tienen fijada su residencia. Las únicas excepciones son los desplazamientos por causa mayor; esto es, por motivos laborales, sanitarios, educativos o cuidado de personas dependientes.

El Gobierno vasco decretó el cierre de toda la comunidad y además hace suyas dos de las principales directrices fijadas por el Gobierno central en el Real Decreto que establece el estado de alarma en el país: limita la libre circulación de personas en horario nocturno, entre las once de la noche y las seis de la mañana, y determina que las reuniones no superen los seis integrantes, tanto en los espacios privados como en los públicos, salvo que se trate de convivientes..

El rápido avance del patógeno ha llevado al Ejecutivo de Urkullu a adoptar estas severas restricciones. En apenas una semana, se ha pasado de no contemplar el cierre perimetral de las zonas con mayor incidencia del virus a confinar todos y cada uno de los municipios vascos. Aunque en su interior no hay nuevas restricciones. Se mantiene abierta la hostelería -aunque se prohíbe servir en barra-, como también se permite la asistencia de público a espectáculos deportivos o culturales con los mismos aforos ya fijados la pasada semana. Hasta un 50% de su capacidad o un máximo de 600 personas en espacios abiertos y 400 en cerrados. Las medidas entran este martes en vigor y estarán vigentes durante un plazo mínimo de 15 días, momento en el que serán revisadas.

Euskadi ha entrado en el nivel de máximo riesgo establecido por el Plan Bizi Berri II del Gobierno vasco con una «transmisión muy alta» en el conjunto del territorio. Presenta una tasa de 527 casos por cada 100.000 habitantes. Y la previsión es que los contagios mantengan esta tendencia al alza en los próximos días. Todo apunta a que antes del fin de semana tanto Bilbao como el conjunto de Vizcaya entrarán en 'alerta roja', situación en la que ya está San Sebastián. La transmisión no para de extenderse de un municipio a otro. Son ya 39 los ayuntamientos en situación de máximo riesgo, según el Departamento de Salud. Y la lista se ampliará en los próximos días.

Ante este escenario y su previsiblemente empeoramiento a corto plazo el Ejecutivo de Urkullu no ha querido esperar más. Lo ha hecho adoptando alguna de las decisiones más duras aplicadas estas últimas semanas para limitar al máximo la movilidad de la ciudadanía. Otras comunidades que han declarado también su confinamiento perimetral. Aragón y Asturias lo hicieron este lunes. Navarra y La Rioja la pasada semana. En Cataluña valoran otra posibilidad: aplicar un confinamiento estricto durante los fines de semana. En Euskadi se ha optado porque nadie abandone su municipio salvo que sea estrictamente necesario y limitar la actividad social y de ocio al lugar en el que se tiene la residencia. Ya no es una llamada a la concienciación de la ciudadanía. Ese tiempo ya pasó. Se trata de una prohibición, con la siguiente sanción para aquellos que no la cumplan.

En Asturias, por su parte, en principio el cierre se mantendrá de forma indefinida mientras siga vigente el estado de alarma, que el Gobierno de la nación pretende extender hasta el 9 de mayo. No obstante, se evaluará su conveniencia teniendo en cuenta tanto la evolución de la pandemia como la recomendación de los epidemiólogos, con lo que si la situación mejora, se consigue doblegar la curva y la incidencia baja a tasas aceptables, se podría revisar, modular, flexibilizar o suspender. Todo está por decidir.

El decreto aprobado y publicado ayer en el Boletín Oficial del Principado (BOPA) prevé once excepciones. Las once razones por las que sí será posible entrar y salir de Asturias son estas: acudir a un centro sanitario; razones profesionales, empresariales, institucionales o legales; ir la Universidad o a un centro educativo; regresar al lugar de residencia; cuidar a personas mayores, a menores, a dependientes y a personas con discapacidad o ulnerables.

También se permite la movilidad para hacer gestiones en entidades financieras y de seguros; para actuaciones requeridas ante los órganos públicos, judiciales o notariales o para renovar permisos y documentación oficial, u otros trámites administrativos inaplazables, y para realizar exámenes o pruebas oficiales. Incluso para llenar el depósito en una gasolinera de un territorio limítrofe. Las dos últimas excepciones son «causa de fuerza mayor o situación de necesidad» y «cualquier otra actividad de análoga naturaleza, debidamente acreditada».

El cierre de toda la comunidad no interfiere con el confinamiento parcial del concejo de Avilés y las ciudades de Oviedo y Gijón que entró en vigor la medianoche del viernes y sigue vigente hasta el 7 de noviembre. Quien se lo salte empezará ya a ser objeto de sanción después de tres días en los que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en los controles aleatorios que se han ido disponiendo en las entradas y salidas de estas ciudades, han hecho una labor pedagógica con la ciudadanía. «A partir de hoy ya no se va a poder ser tan flexible», advirtió ayer el consejero de Salud, Pablo Fernández.