
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Hispania Nostra lleva desde 1976 poniendo luces de alarma sobre el patrimonio español. En el caso de Cantabria sus llamamientos no han cesado desde que en 2007 iniciara la enumeración de tropelías y las alertas han ido creciendo, desde las 13 incluidas en la lista de 2011 hasta las 22 que se mantienen vivas por la inacción o descuido de Administraciones pública o particulares. El último monumento en entrar fueron las Escuelas de Terán, pero los expertos responsables de definir las alarmas no descartan nuevas incorporaciones en los próximos meses. La que sale de esa lista roja, aunque condicionada a ver el resultado de las obras que lo trasformarán en hotel, es el Palacio de los Acebedos, una restauración integral del edificio del XVII, propiedad de la Fundación Casa Duque de Medinaceli, que convertirá este Bien de Interés Cultural (BIC) en un hotel de lujo (cuatro estrellas), con restaurante de gourmet, amplio jardín de 6.000 metros cuadrados y una cafetería. Precisamente, hace dos semanas, el Boletín Oficial de Cantabria (BOC) recogía el anuncio de tramitación para la concesión de la licencia de actividad clasificada para la rehabilitación.
Aurelio González Riancho, delegado y representante en Cantabria de la Asociación Hispania Nostra, explica que la propuesta de la comisión regional es sacarlo de la lista roja hasta ver como evolucionan las obras que han de garantizar el futuro de este edificio mandado edificar hacia 1620 por Fernando González de Acebedo, capellán de Felipe III. «Hay que dar un margen de confianza y creemos que lo harán bien». De momento en la lista que tiene la Asociación colgada en su web aún figura este edificio, pero deberá ser actualizada.
Será el segundo edificio de Cantabria que sale de la lista por trabajos de conservación, hasta ahora solo han entrado. El anterior fue la Torre Mediavel de Ruerrero, en Valderredible, tras las inversiones realizadas en 2009 y 2011 por la Consejería de Cultura para garantizar su consolidación. También salió de la lista la Bahía de Santander tras eliminarse el riesgo de la colocación de aerogeneradores en su paisaje. La Casa de Pico Velasco en Carasa, comenzó su rehabilitación pero el resultado del proyecto que afecta a su estructura original ha hecho que aunque evite al ruina no haya salido de momento de la 'lista roja'.
Sin embargo, González-Riancho advierte de que hay otras edificaciones que acabarán saliendo debido a que su pésimo estado hará que no se posible conservar ya nada. Pasarán a lo que Hispania Notra llama la 'lista negra', patrimonio que ha desaparecido o se ha alterado sus valores esenciales de manera irreversible. Es el caso del palacio de Revillagigedo o el Castillo de Montehano, donde apenas quedan ya unos restos arqueológicos. También citó la Casa y Torre de Palacio, cuyo tejado se ha venido abajo durante los últimos temporales. Esta casa fue construida en 1440 como vivienda de Pedro Gil de Palacio y su mujer María García de Alvarado y la tradición dice que en 1498 se hospedó aquí Juana la Loca en su camino desde Castilla, pasando por Laredo, a Flandes, lo cual podría ser cierto pues la torre se halla en el antiguo Camino Real, indica la ficha de Hispania Nostra.
La 'lista roja' de Hispania Nostra podría aumentar en los próximos meses. González Riancho advierte del estado de la Torre de Mogrovejo; la Torre medieval de los Calderón de la Barca, en Viveda; la Torre de Albarado, en Secadura, una construcción del siglo XV diseñada por Juan de Naveda; o el Palacio de los Ceballos, en Cayón.
En España, un total de 105 bienes han conseguido abandonar el pasado año la denominada ‘lista roja’ de la asociación en defensa y promoción del patrimonio cultural, compuesta por más de 700 bienes. En Cantabria, hay un equipo multidisciplinar -liderado por González Riancho- con experiencia en la conservación del patrimonio que lo integran: Esperanza Botella, Celestina Losada, Miguel de la Fuente, Domingo de la Lastra, Lino Mantecón, Javier Marcos, Juan Carlos Zubieta, Eloy Velázquez y Luis Villegas.
La legislación cántabra cierra filas en torno a la protección de los Conjuntos Históricos, la salvaguarda estética de los entornos rurales y el mantenimiento de los bienes históricos con la creación de figuras que los protejan, pero falta una severa ejecución y un seguimiento que vigile el cumplimiento de dichas leyes, advierten los expertos, para evitar casos como el del Palacio de Ceballos, en Argomilla de Cayón (siglo XVII), que se utiliza como cuadra y aparcamiento a pesar de contar con protección legislativa (Bien Interés Cultural en 2002).
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