Los servicios jurídicos del Parlamento de Cantabria comunicarán oficialmente a lo largo de esta semana a Cristóbal Palacio lo que ya sabe: que sus colegas ... diputados han votado a favor de declarar incompatible su actividad profesional como abogado con la dedicación absoluta que hasta ahora tenía como portavoz de Vox en la Cámara autonómica. Esta decisión tendrá dos consecuencias inmediatas. En primer lugar, que perderá una parte importante de sus retribuciones, pero sobre todo, que tendrá que renunciar también a la portavocía de su formación.
Aunque no está recogido en el reglamento interno, existe un acuerdo de la Mesa -el órgano de gobierno de la institución legislativa- que establece que el jefe de cada uno de los grupos parlamentarios debe tener dedicación exclusiva. Este precedente tiene diversas interpretaciones. La que hace Vox es que, automáticamente, la persona que sea designada por sus compañeros debería estar liberada al 100% con independencia de lo que opine el resto de formaciones con representación. El dictamen del Parlamento va por otra dirección y dará ocho días a Palacio para que opte entre dejar la actividad privada en su bufete para seguir siendo portavoz o continuar como diputado raso cediendo la portavocía. En ese último caso, el beneficiado sería Armando Blanco, ya que en las pasadas elecciones autonómicas el partido de Santiago Abascal logró dos actas.
«Considero que se trata de una maniobra política. El resto de grupos quiere apartar a alguien que les resulta incómodo», apunta Palacio, quien lamenta que con este movimiento, en la práctica, los rivales de Vox tratan de inmiscuirse en el funcionamiento interno de su grupo parlamentario. «Aquí todo el mundo sabe, por mucho que a mí me guste la actividad parlamentaria, que nunca voy a dejar el despacho, porque es lo que da de comer a mi familia. Me ha costado mucho construirlo y tengo muy buenos clientes», asegura el diputado. Además, insiste en que hasta ahora ha compatibilizado perfectamente su actividad pública y privada, y que su trabajo como abogado no le impide prepararse los temas. A quien lo dude, le invita a ver sus cinco intervenciones en la tribuna durante el pleno del último lunes.
«Por mucho que me guste la actividad parlamentaria, no voy a dejar nunca el despacho que da de comer a mi familia»
Cristóbal Palacio | Portavoz parlamentario de Vox
Fue la Comisión del Estatuto de los Diputados la que analizó las actividades no sólo de Palacio, sino de todos los parlamentarios, aunque el único punto conflictivo fue el suyo. Posteriormente, el pleno del lunes, en una votación privada -algo muy excepcional- en la que no se permitió la presencia de público ni prensa, dio el visto bueno al dictamen de esa comisión con los votos a favor de PRC, PP, PSOE y Cs y el único 'no' de Vox.
Palacio apunta que existe un problema de origen, porque ese dictamen se hace con la declaración de intereses que hacen los diputados, pero nadie confirma que se ajuste a la realidad: «Hay cierto fariseísmo porque hasta ahora nadie les discutía la veracidad de lo que ponen». Por último, cree que los partidos que tienen la mayoría gozan de total discrecionalidad para decidir. Y pone el ejemplo de los alcaldes (PRC) que a la vez son diputados: «La mayoría tiene dedicación exclusiva al Parlamento de Cantabria. ¿Eso implica que no hacen nada por su municipio?».
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