Apagón el día 28 en las panaderías, en pie de guerra por los costes

Así lo cuenta Montserrat Trueba, secretaria general de Acipán (la Asociación de Comercio e Industria de Panadería de Cantabria), unas siglas que se han sumado a la iniciativa nacional para dentro de dos viernes y que anima a todos sus asociados de la región a adherirse a la convocatoria. «Es la primera que hacemos, pero no será la última», avisa Trueba.

A los establecimientos se les pedirá que ese viernes no enciendan las luces de sus puntos de venta y que estos se mantengan a oscuras. La campaña se llama 'Sin luz no hay pan' para que los compradores tomen conciencia de que los profesionales «a pesar de que están muy calladitos, lo están pasando mal». Porque la subida de los costes no se limita a todo el proceso de fabricación -que consume luz y harina de forma intensiva-, sino que «también afecta a la distribución, a los embalajes que se usan... a todo lo que nos rodea».

Ampliar

A esto hay que añadir que «la demanda de pan está bajando». «Y ya con la pandemia, al menos tres panaderías de Cantabria bajaron la persiana», señala la secretaria general de Acipán que, al tiempo, advierte de que este escueto número no da la medida del sufrimiento del sector, porque ha habido varios casos de jubilaciones «asociadas al mal momento», que pasan desapercibidos porque han tenido quien ha cogido el negocio para continuar.

Al sector le parece momento de sensibilizar a los ciudadanos de Cantabria «de la alarmante situación que estamos viviendo, una actividad ligada estrechamente a la alimentación, sobre todo, de los ciudadanos con menor capacidad de renta disponible». Pero, sobre todo, quieren alertar de que cientos de panaderías «están en riesgo de apagar definitivamente sus hornos y dejar de hacer pan debido a las pérdidas que arrastran desde hace meses».