Secciones
Servicios
Destacamos
De los 39 municipios a los que el Gobierno de Cantabria les puso la etiqueta de 'riesgo de despoblamiento', más de la mitad vio incrementada su población en el periodo 2020-2021. Lo certifica el Instituto Cántabro de Estadística (Icane) a través del documento Explotación ... Estadística del Padrón Municipal de Habitantes. En concreto, 21 mejoraron sus cifras de residentes, tres se quedaron a la par y los otros quince siguieron con esa tendencia generalizada de laicane gráfica en dirección descendente de estos años. La que supone una gran amenaza para los valles interiores de la región, para la zona rural por excelencia. El resultado supone una novedad respecto a los balances de la última década. ¿A qué se debe? El Icane aborda los números, pero no las causas, aunque no parece difícil encontrar un motivo. La pandemia. «Claramente ha sido por eso», reconocen dos de los alcaldes de los municipios que más crecieron. Eso sí, ambos tienen claro que lo sucedido es «un paréntesis» y que, cuando la situación se normalice, se quedarán «más o menos» como estaban.
Que Tudanca sumara trece residentes más a 1 de enero de 2021 puede parecer poco importante. Demasiado poco. Pero si esa cantidad supone una subida de casi un 10% de su población la cosa cambia. El municipio tenía 151 habitantes en 2013. En 2020 ese número cayó hasta 135. Tendencia a la baja. En esos márgenes un crecimiento de trece personas es algo inaudito en este periodo. Hasta el punto de salvar la estadística si se analizan los últimos cinco años en su conjunto. Sale positivo.
Tudanca está entre los treinta municipios que la Consejería de Presidencia declaró de «actuación prioritaria por riesgo grave de despoblamiento». Aquí se ve claro lo extraño del periodo 2020-2021. De los treinta, la población creció en dieciséis. Pero si uno mira la evolución global entre 2016 y 2021, sólo en cuatro se dio un resultado positivo (y en casos como en Tudanca o Luena ese resultado es engañoso porque se salva la cuenta, precisamente, por lo sucedido en el último conteo disponible). Los dos intervalos de análisis se pueden ver en la tabla que acompaña estas páginas.
Tudanca ganó trece vecinos, Cabuérniga, veinte, y Los Tojos, diez. Hubo subidas en Camaleño (26 habitantes), la Hermandad de Campoo de Suso (16) o Luena (23), entre otros. Además, Tresviso o San Pedro del Romeral se quedaron a la par. Ni ganaron, ni perdieron (que, justo esto último, es lo habitual). El fenómeno, además, apareció igualmente repartido entre lo que la Consejería de Presidencia coloca como Montaña Occidental, Central y Oriental. Es decir, que no parece algo restringido a una zona concreta.
El caso de Las Rozas de Valdearroyo es de los más llamativos. Población en 2013: 284 personas. En 2020: 247. Caídas anuales de tres, siete, nueve, ocho... Y no compensadas por algún año de excepción con ligeras subidas (uno y cuatro). De hecho, entre 2019 y 2020, el balance reflejó un descenso de trece vecinos, una cifra muy considerable teniendo en cuenta el volumen total de población. Pues bien, el último estudio del Icane refleja una ganancia de diez vecinos, una subida por encima del 4%.
«Hubo gente que vino con la intención de estar en un entorno más natural o de tener más movilidad (en los municipios de menos de 5.000 habitantes, en la época de las medidas más duras o de las franjas, las mismas eran menos restrictivas). Tenían la opción de teletrabajar y lo hicieron», explica Francisco Raúl Calderón, alcalde de Las Rozas de Valdearroyo. Eso sí, tiene claro que ha sido «un paréntesis» y que lo sucedido «no va a dar ningún vuelco a la situación». «Varía mucho. Vengo ahora precisamente de actualizar los datos y teníamos cuatro o cinco bajas y ningún alta. Y hay que tener en cuenta que en un pueblo pequeño, que venga una familia de cuatro o cinco personas produce un vuelco en la estadística. Es engañoso. Puede ocurrir que todo lo que tenías ganado de ese año lo pierdas en un mes». Su resumen es ilustrativo: «No creo que estemos peor que antes, pero mucho mejor tampoco. La tendencia es la que es y lo que ha pasado en este periodo no va a dar un vuelco. Una vez se recupere del todo la normalidad, la mayoría de los que vinieron se habrán ido. Puede quedarse alguno, pero nos quedaremos casi a la par».
El discurso es similar al del alcalde de Arredondo, otro de los municipios que más población ganó en el periodo analizado. Por comparar, allí en 2013 tenían 506 vecinos. En 2020, 452. La subida en el último balance fue de 18 (a 1 de enero de 2021 eran 470), casi un 4% más. «A día de hoy estamos en 473 vecinos. Es el dato actualizado ahora mismo. Y en algunos momentos de estos meses hemos llegado a ser 502», concreta Leoncio Carrascal. Tiene clarísimo que el aumento se ha debido «a la pandemia». «Claramente». «A gente -añade- que venía, igual alquilaba algo o tenía segunda residencia en el municipio, se empadronaba, estaba dos meses y, en general, se marchaba». Cuenta, de hecho, que hay personas empadronadas que, en realidad, no residen allí de forma habitual. «Hay un señor, por ejemplo, que está jubilado y vive en Sevilla. Viene dos o tres veces al año, pero quiere estar empadronado aquí», ejemplifica.
Y sí, como el edil de Las Rozas de Valdearroyo, también cree que «alguno se quedará», pero que «lo de que la gente vuelve a los pueblos es una historia». Que se establecerán finalmente «muy pocos» de los que llegaron y que los datos volverán a estabilizarse. «Calculo que en 470», concreta.
Siguiendo con el análisis que hace el Icane, para los municipios que Presidencia señala como de «actuación preferente» (el riesgo es algo menor que los de «actuación prioritaria», pero la amenaza de despoblamiento es destacada), la situación, a grandes rasgos, se repite. De ocho subió en cuatro (y sólo en uno el saldo es positivo si el balance incluye los cinco últimos años). Anievas fue, en este caso, el que creció en mayor medida, un 2,28% traducido en 38 nuevos vecinos.
Francisco Raúl Calderón
Alcalde de Las Rozas de Valdearroyo
Leoncio Carrascal
Alcalde de Arredondo
Y queda un caso que el Gobierno regional califica como especial por su situación geográfica: Valle de Villaverde. Su tendencia en los últimos cinco años es claramente negativa. Tenía 340 vecinos en 2013, 336 en 2016 y 274 en 2020. Una caída considerable y sólo con un balance positivo en estos años (2015). Pero a 1 de enero del pasado ejercicio había ganado dos vecinos.
***
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Estos son los mejores colegios de Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.