«No pararemos hasta que las panaderías consigan lo que se merecen»

Los panaderos siguen «descontentos» y «preocupados» una semana después de que el consejero de Industria, Javier López Marcano, anunciase en el Parlamento que el Gobierno repartirá 1,2 millones entre los 200 negocios de panadería y pastelería artesana de la región, de manera que cada empresa recibirá una ayuda de 6.000 euros para paliar el incremento del coste energético. «Necesitamos más información, no sabemos en qué fecha se va a ejecutar, no se han reunido con nosotros, no sabemos cómo lo van a repartir... Es que no es igual una panadería con 50 trabajadores que una con sólo uno», ha explicado este lunes Monserrat Trueba, secretaria general de la Asociación de Comercio e Industria de Panadería de Cantabria (Acipan), en la segunda concentración de protesta llevada a cabo frente al Parlamento. «No vamos a parar hasta que el sector consiga lo que se merece. Ya son seis las panaderías que nos han comunicado que van a cerrar de aquí a junio», ha subrayado.

Una treintena de profesionales han vuelto a hacer sonar sus bocinas y silbatos antes y durante la sesión plenaria. En el centro de las críticas, no sólo ha estado la Consejería de Industria. «Denunciamos que el consejero de Alimentación, Guillermo Blanco, ha despreciado al sector desde hace años, contagiando su desidia y falta de compromiso con los productores cántabros», ha leído Trueba en un comunicado.

Afea a Blanco que «en los encuentros que hemos mantenido, sólo nos haya dirigido a otras áreas». En el fondo de la cuestión, se halla la creación por parte del Oficina de Calidad de Calidad Alimentaria (Odeca) de un sello de calidad para el pan montañés, una iniciativa que «comenzó en 2016 y se retomó hace un par de meses, y de la que no sabemos nada aún».

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