El Parlamento reprueba al consejero de Salud, el segundo censurado tras el de Ganadería

¿El motivo de esta reprobación? Lo ha explicado, precisamente, el antecesor de Pascual al frente de la Consejería, el socialista Raúl Pesquera. Además de la situación de la Atención Primaria en las zonas rurales y de los datos de las listas de espera, ha hablado de las «continuas salidas de tono en declaraciones públicas» del consejero. Ha empezado recordando cuando Pascual propuso crear una «sanidad business» con copagos para quien pasara por caja pudiera evitar las listas de espera al estilo de las aerolíneas, lo que a juicio de los socialistas es una invitación directa a los ciudadanos a que se saquen una póliza privada, y ha acabado recordando las insinuaciones sobre la «falta de futuro» de los médicos en el mundo rural, pese a que el propio Pascual aclaró posteriormente que no tiene intención de cerrar ningún consultorio. «El camino de este Gobierno es la privatización. Está bien que el consejero diga lo que piensa», se ha felicitado el PSOE.

Según Paula Fernández (PRC), es un problema de «ideología». Es más, considera que el modelo de Pascual es totalmente distinto al que defiende Buruaga, que en su toma de posesión adelantó que sería una presidenta «muy sanitaria». «La hoja de servicios de la gestión sanitaria no puede ser peor. No se puede presentar a casi un año de gestión un balance sanitario tan negativo», ha afirmado la regionalista, que como Pesquera reconoció los problemas para encontrar médicos que cubran las vacantes. Han reconocido que el problema existe, pero también han lamentado que el consejero de Salud haya tirado la toalla a la hora de buscar soluciones para la Atención Primaria en el mundo rural, en referencia a sus declaraciones. «De casa se viene llorado», le ha reprochado Fernández, que anticipa que su inacción se traducirá en aún más consultorios cerrados este verano.

Los exsocios del bipartito, con sus votos, también han sacado adelante los otros dos puntos que incluía la moción: que los consultorios no permanezcan cerrados por falta de médicos más de 15 días y que en ese tiempo se cubran las vacantes -y que a la vez se informe debidamente a los ayuntamientos y pacientes- y que se concreten ya los incentivos económicos y de otro tipo para cubrir las plazas. «Prometiendo el oro y el moro. Ponga las herramientas y gestione, que es lo que tienen que hacer», ha reclamado Pesquera, mientras que Fernández ha subrayado que su grupo llevó ya en el pasado al Parlamento medidas de este tipo y otras muchas desde el inicio de la legislatura: «No será porque no hemos hecho propuestas, pero a día de hoy no tenemos nada».

En Vox coinciden con el diagnóstico de PSOE y PRC, pero también entienden que los problemas de la sanidad cántabra son sobrevenidos y fruto de la herencia recibida. «Lo que no se arregla, se empeora. Pesquera, usted tampoco puede sacar pecho. Ahora exige soluciones y sí, de acuerdo, pero con una premura que no tuvieron cuando gobernaban», ha dicho desde Vox la diputada Natividad Pérez. A la que le ha tocado defender la gestión del consejero es la popular María Jesús Susinos, que entiende que el PSOE no tiene «autoridad moral» para reprobar a nadie» después de analizar los resultados de su gestión tras ocho años al frente de Sanidad. A su entender, los exsocios están usando «la salud de los cántabros como arma arrojadiza», ha recordado que Miguel Rodríguez (PSOE) ya habló en 2021 de la imposibilidad de mantener la red de centros rurales y el cambio en la tendencia de las listas de espera.