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Tomás Fernández iba con la mascarilla puesta y andaba entre los corrillos con aire discreto. Sin llamar la atención. Y eso que en su hoja de servicios hay motivos de peso. Consejero de Obras Públicas, Vivienda y Urbanismo en el primer Gobierno de Cantabria. El ... de José Antonio Rodríguez. Además –y por eso estaba este jueves en el patio del Parlamento– hay que sumar su elección como diputado en la Primera Legislatura. Con todo, lo que atraía las miradas de los que pasaban a su alrededor era una medalla que llevaba colgada del cuello sostenida por un cordel con los colores de Cantabria. Por delante, el escudo. Y por detrás, el mensaje: «Medalla de la Asamblea Regional de Cantabria». «Mira, no me acuerdo de cuándo me la dieron, pero la he encontrado por casa y pensé que si no me la ponía este jueves, ya no me la iba a poner». Una broma, pero, a la vez, una buena elección. Qué mejor día para colgarse el reconocimiento que el de la recepción a los diputados de todas las legislaturas (1982-2022) con motivo del 40 aniversario del Estatuto de Autonomía. Como una reunión de antiguos alumnos del 'insti', pero en vez de bachilleres, sus distinguidas señorías.
Y se pareció mucho a esos reencuentros de película americana. Salvo por la pancarta en el pabellón y la orquesta para el baile, todo lo típico de esas citas. Los abrazos, el «estás igual que siempre» o el «haznos una foto juntos». Fue como un viaje en el tiempo. Volvieron siglas como las de AP (Alianza Popular), la UCD (Unión de Centro Democrático), la UPCA (Unión para el Progreso de Cantabria) o Idcan (Izquierda Democrática de Cantabria). Y también otras más recientes que aspiran a volver a entrar, como Podemos. Pero, al menos por un día, todos sin batalla a la vista. Cristina Pereda (PSOE) contaba que sentía «un gusanillo» al entrar. Ángel Agudo (IU y PSOE) llegó junto a Rosa Inés García (PSOE) y a Julio Cabrero (PP), que se saludó afectuosamente con el socialista Fernández Mañanes. Lo mismo que Julio Bartolomé (PP) con Teresa Noceda (PRC). Pelillos –y siglas– a la mar.
No estuvieron todos, claro. Las diez legislaturas acumulan 382 diputados electos, pero muchos repitieron durante más de una ocasión. O sea, que el número real de parlamentarios elegidos hasta la fecha es de 241. Y, de ellos, 49 han fallecido. Además, la Cámara autonómica –denominada Asamblea regional en sus orígenes– tuvo inicialmente 39 escaños hasta que en las elecciones de 2015 se redujo a 35. Entre una cosa y otra (más de uno anda en casa con covid, otros están de vacaciones y con algún otro no se pudo contactar), se reunió para el acto a unas cien personas.
Venga, más de saludos. Pedro Hernando (PRC) le contaba a Verónica Ordóñez, de Podemos, que estuvo siguiendo su trayectoria tras dejar el hemiciclo. Justo en ese momento llegaba el socialista Juan González Bedoya. «Pues no pasan los años por él», decían en los corrillos (eso, y que llevaba una americana de color salmón que tampoco pasaba desapercibida). Basilio Ortiz y José Ramón Saiz 'revivían' grupo parlamentario de UPCA, mientras, al otro lado del patio, compartían recuerdos los socialistas Enrique Ambrosio y María Ángeles Ruiz Tagle. Ella, junto a Teresa Fernández (PP) y Rosa Inés García (PSOE), puede presumir de ser pionera en las labores de diputada regional. Y, en este sentido, también estaba la primera mujer que entró a formar parte del Gobierno de Cantabria, Sofía Juaristi (del Partido Popular).
Sí, mucho saludo. Pero hay que reconocer que, al final, a cada uno le tiró su color y los corrillos se fueron unificando por siglas. Y eso también se notó cuando tocó sentarse al empezar el acto en sí.
Más aún, el ramalazo de la política no abandonó del todo a alguno de sus señorías a la hora de subir al atril. A los ya retirados y a los que siguen. Por aquello de extenderse algo más de la cuenta o por aprovechar el micrófono para el mitin y las reivindicaciones (que siempre acaban diciendo lo bien que lo hicieron y lo hacen los suyos).
Empezó hablando el actual presidente de la Cámara, Joaquín Gómez. Dijo que las instituciones «son espejo de la conducta de quienes las representan que, para no empañarlas, deben guiarse con responsabilidad y ética». Eso y que «quienes al frente de ellas se conducen de forma impropia e indigna no solo ensucian su propia reputación o la de las siglas de sus partidos, sino que desprestigian a la propia institución, lo que a su vez erosiona el pulso democrático de la sociedad».
En nombre de los once grupos parlamentarios que tuvieron representación en la Cámara hablaron José Ramón Saiz (UPCA) y Ángel Agudo (Idcan) –ambos diputados en la cuarta legislatura–. También, Verónica Ordóñez (Podemos), de la novena, y los actuales diputados Cristóbal Palacio (Vox), Félix Álvarez (Ciudadanos), Pablo Zuloaga (PSOE), Íñigo Fernández (PP) y Miguel Ángel Revilla (PRC), con el añadido de haber estado, además, en todas las legislaturas.
Que si la reforma del Estatuto, que si la estabilidad que le dimos al Gobierno... Ordóñez pronosticó que «más pronto que tarde» volverán a tener sitio y Palacio dejó caer que al Parlamento hay que volver darle «contenido». Sus señorías son sus señorías y, pese a lo familiar del acto, alguno torcía el morro al oír al oponente. Que si el valor de lo hecho por los socialistas (Zuloaga) o que si algunos meten «su pildorita» (Fernández). «Viva Cantabria», terminó Álvarez. Lo más respetado, de largo, el recuerdo a los que ya no están (lo hicieron todos). Ambrosio Calzada, Jaime Blanco, Rafa de la Sierra, Leandro Valle, Eduardo Van den Eynde, Martín Berriolope... Y las anécdotas sin siglas. Que Revilla compartió pupitre con Orizaola, «que jugaba al fútbol de extremo», o que Fernández (PP), más allá de la política, hizo amistad «de ir a su casa» con oponentes políticos como Juan Guimerans (PSOE) o Rafa Pérez Tezanos (PRC).
Quedaba, antes de tomarse un vino, el reparto de insignias de plata. A la presentadora casi le falta el aire cuando tuvo que repasar, una a una, las legislaturas en las que participó Miguel Ángel Palacio, expresidente del Parlamento y al que, desde el bando de los populares (él ocupó el del PSOE), llamaron «maestro» en el parlamentarismo. Eso, y una foto final para la historia. La vuelta al escenario. Al hemiciclo. «Tú ven aquí conmigo», le decía Isabel Urrutia (PP) a Rosa Inés García (PSOE) mientras Miguel del Río, experto en protocolo de la Cámara que ha visto desfilar por allí a casi todos los que tenía delante, trataba de colocar a todo el mundo. «Muévete, que no sales». Con lo importante que siempre ha sido en política salir en la foto...
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