El parón de las cirugías por las tardes se mantendrá al cerrarse la reunión con Sanidad sin acuerdo

Así que la reunión celebrada este miércoles, en la que no hubo modificaciones sobre el documento remitido el viernes, se cerró sin acuerdo. Las operaciones programadas a partir de las tres de la tarde para reducir las listas de espera seguirán en suspenso. Aunque alguna especialidad quirúrgica quisiera reactivar la actividad mientras prosiguen las negociaciones –previsiblemente la próxima semana–, será imposible mientras se mantengan firmes en el plante los anestesistas. Lo que implica que cada semana dejarán de realizarse más de medio centenar de cirugías, principalmente de Traumatología y Ortopedia, Oftalmología, Urología y Cirugía General, entre Valdecilla, Sierrallana y Laredo.

La renuncia de los facultativos a realizar esa actividad adicional (las peonadas) «hasta que estén mejor pagadas» acabará afectando a las pruebas de Rayos (escáner, resonancias y ecografías) y las consultas previstas en horas extra, que esta semana aún se mantenían con cierta normalidad a la espera de la mesa sectorial, que no logró acercar posturas.

Como gesto para intentar desactivar el conflicto iniciado el pasado lunes, el gerente del SCS, Rafael Sotoca, anunció que la actualización de los precios se aplicará desde marzo, en lugar de julio, que era la primera intención. No obstante, desde CSIF se le ha planteado que «esa mejora tenga carácter retroactivo desde enero» y que los incrementos retributivos sean «lineales, para todos los procedimientos incluidos en los programas especiales», ya que las diferencias que se recogen en la nueva tabla de precios del SCS están generando «tensiones» entre los diferentes servicios incluidos en las peonadas.

Al término del encuentro, Sotoca declaró que se valorarán las aportaciones de las organizaciones sindicales, en aras de «volver lo antes posible a la normalidad en los hospitales», aunque lamentó la postura «inamovible» del Sindicato Médico, que insiste en reclamar una subida del 25% que es «inasumible». Sus representantes, por su parte, salieron de la reunión «más que decepcionados», al confirmar que «no hay voluntad negociadora, porque nos han presentado la misma propuesta que ya habíamos rechazado en asamblea y que ha llevado a parar la actividad extraordinaria». Una oferta en la que, insisten, «los procesos que acarrean más listas de espera ni siquiera llegan al 5% de subida, así que el planteamiento es un engaño. En definitiva, quieren que los médicos recuperemos el poder adquisitivo perdido en los últimos años trabajando más horas, asumiendo los procesos más complejos, que no se externalizan, pero de forma que salgan más baratos».

El colectivo de enfermería, a través del sindicato Satse, también se muestra «de acuerdo en paralizar la actividad extraordinaria» como medida de presión y exige que «se nos aplique el mismo porcentaje de incremento que a los facultativos. Porque para aumentar la actividad quirúrgica, las pruebas diagnósticas y las consultas es necesario que haya enfermeras».