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Daniel Martínez
Santander
Domingo, 21 de febrero 2021, 07:49
Los partidos políticos que lograron representación en el Parlamento de Cantabria gastaron en las últimas elecciones autonómicas algo más de medio millón de euros. ... En concreto, 545.797 euros entre las cinco formaciones. Esa es una de las principales conclusiones del informe del Tribunal de Cuentas, que acaba de ser publicado a través del Boletín Oficial del Estado y que ha fiscalizado la financiación de los competidores en la cita con las urnas del 26 de mayo de 2019. Según confirma el organismo, todos ellos cumplieron con los requisitos previos establecidos. Aunque hubo notables diferencias, los partidos en liza se quedaron lejos de alcanzar el límite de gasto –la Consejería de Economía fijó un máximo de 0,59 euros por habitante, 580.229 vecinos censados– establecido en esta ocasión en 342.335 euros.
El que más se aproximó fue el PRC, con una inversión para su campaña con Miguel Ángel Revilla como cabeza de lista de 225.000 euros. Casi dobla a populares y socialistas, pero los regionalistas apuntan que estas diferencias tienen una explicación. Como detalla su portavoz parlamentario, Pedro Hernando, las sucursales cántabras de PP y PSOE tienen el apoyo de sus partidos a nivel nacional para hacer frente a algunas partidas. Por ejemplo, Génova y Ferraz tienen por costumbre hacerse cargo del coste de la propaganda electoral que llega a los buzones de todos los votantes. Lo paga el partido, pero con el presupuesto nacional, no con el regional que analiza el Tribunal de Cuentas en este informe, mientras que en el caso del PRC no hay ninguna aportación externa. Ambas cosas son legales y homólogas a lo que ocurre en el resto de autonomías.
Así, el PSOE fue el segundo partido con un mayor gasto con 128.425 euros, mientras que el PP se quedó en 111.333 euros y Ciudadanos en poco más de 81.000 euros. Si las grandes formaciones tuvieron ayuda de Madrid, lo de Vox fue un apoyo total. La lista encabezada por Cristóbal Palacio, sin escaños antes de mayo de 2019, no tenía en su cuenta cántabra ni para los carteles electorales. Sólo presentó facturas por valor de 360 euros. El resto de la inversión en publicidad, cuñas de radio o actos públicos la sufragó Santiago Abascal. No de su bolsillo, sino Vox España.
Precisamente Vox es el único que no tiene derecho a percibir nada de vuelta tras esas elecciones. Esos gastos por valor de 360 euros no corresponden a ningún asunto subvencionable. Sí entran los mítines, la publicidad (sólo puede ser el 20% del total), los regalos con las siglas del partido, el buzoneo..., pero no otros asuntos como el gasto de los candidatos en restauración, la realización de encuestas o los pagos de los suministros de las sedes. En este segundo paquete están los gastos de Vox, por eso no tienen derecho a recuperar la inversión.
Antes de los comicios, se fijó que los partidos tendrían derecho a una subvención económica de 11.237 euros por cada escaño logrado y de 0,89 euros por cada voto conseguido. Como lo utilizado –y justificado con facturas– fue en todos los casos menor al resultado de esa fórmula, PRC, PP, PSOE y Cs recibirán exactamente lo que gastaron.
La pasada semana, las formaciones terminaron de recibir la última parte de la subvención. Algunos no fueron capaces de asumir tales gastos durante la campaña de mayo de 2019 con medios propios, así que buscaron fuera. Casi todos pidieron a la administración un adelanto de la subvención. En el caso de PRC y PSOE, también sendos créditos de 140.000 y 69.500 euros, respectivamente, a los bancos. Además, los socialistas utilizaron microcréditos de sus cargos y afiliados por 6.500 euros.
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