Los partidos diseñan ya las enmiendas al Presupuesto, que se aprobará el 20 de diciembre

La alianza con los naranjas, que tienen un parlamentario, y la abstención anunciada de Juan Ramón Carrancio (Grupo Mixto) garantizaba que el calendario presupuestario siguiera adelante, a pesar de la resistencia de los 13 escaños del PP y los dos de Podemos -José Ramón Blanco no se presentó-.

Los grupos tienen hasta el lunes, 3 de diciembre, para trabajar y presentar sus propuestas. La primera en ponerse manos a la obra fue la presidenta del PP, María José Sáenz de Buruaga, quien tan sólo unas horas después de que el bipartito, el portavoz de Ciudadanos, Rubén Gómez, y Carrancio tumbasen su enmienda a la totalidad, convocó a sus alcaldes y números uno para recabar sus propuestas y tratar de «corregir» un proyecto que consideran «sectario» y «lesivo» para la región.

La secretaria autonómica del PP, María José González Revuelta, explicó que, con esta reunión, el partido pretende recoger las aportaciones «de los vecinos de todos los rincones de Cantabria» a través de los alcaldes y números uno, que son «quienes mejor pueden transmitir las carencias del proyecto y los que mejor conocen las demandas de cada municipio».

Sus propuestas «tratarán de corregir el sectarismo en las inversiones que revela este Presupuesto», porque «o bien se destinan a municipios gobernados por PRC y PSOE o no se sabe dónde van». Se trasladarán al Parlamento a través de las enmiendas parciales que presentará el grupo popular, una vez que no prosperase la enmienda a la totalidad pidiendo la devolución del proyecto al Gobierno. González Revuelta lamentó que, «una vez más, Ciudadanos y la rotura de Ciudadanos se hayan convertido en los mejores aliados de socialistas y regionalistas y de sus políticas dañinas».

Ciudadanos también se puso ayer manos a la obra para plantear durante los próximos seis días las alternativas que tienen al documento. El equipo de Gómez confía en poder acordarlas antes con el Gobierno con el fin de dar luz verde al documento. A diferencia de la enmienda a la totalidad, el Gobierno quiere conseguir un voto favorable para dar luz verde a las cuentas. El objetivo es contar con 18 de los 35 escaños, la mayoría absoluta, sin sufrir hasta el último momento. Una abstención también le valdría en última instancia si se dan una serie de variables, como que no se presente Blanco o que el resto de la oposición no se una, pero el bipartito no quiere jugar con fuego y prefiere ir a lo seguro. Para ello se reunirán durante esta semana con socialistas y regionalistas para limar el acuerdo existente.

Todas las propuestas, incluidas las que presente el bipartito para colar alguna medida a última hora, y las de Podemos y Carrancio, se debatirán en comisión los días 12, 13 y 14 de diciembre. Y tras ese debate, votación y aprobación de las enmiendas parciales que se incluyan al texto inicial del Gobierno cántabro, el trámite de la que se considera la ley más importante de cada ejercicio finalizará con la llegada de esa futura normativa al Pleno de la Cámara, el 20 de diciembre. En esa fecha, jueves, es cuando está previsto que se debatan todas las enmiendas parciales presentadas al proyecto de Ley de Presupuestos de Cantabria en el hemiciclo.

Si nada se tuerce 'in extremis' y el PRC y el PSOE mantienen su acuerdo con Ciudadanos que permita sumar uno más a sus 17 diputados (12 regionalistas y 5 socialistas), tendrían la mayoría de votos necesarios para sacar adelante las cuentas para el próximo año. Por lo tanto, el 20 de diciembre se aprobaría la Ley de Presupuestos de Cantabria para 2019, con el fin de que entre en vigor antes del 1 de enero del próximo año.

El proyecto, aprobado por el actual Gobierno, crece en 122 millones hasta superar los 2.850 y, según el Ejecutivo, es realista, responsable y ambicioso porque revierte los recortes de la legislatura anterior y recupera derechos de los empleados públicos.