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Amenazó con nacer el sábado, pero aguantó lo justo para alargar la baja de su padre. Greta llegaba al mundo en Valdecilla pasadas las ... cuatro de la tarde de ayer, después de doce horas de parto. Sonia Méndez, su madre, estaba visiblemente cansada, pero feliz de tener a su pequeña en brazos. El padre, José Antonio Calvo, las miraba con cariño. No tendrá que separarse de ellas en dos meses gracias a la ampliación del permiso de paternidad. Justo ayer, 1 de abril, entró en vigor el real decreto aprobado por el Consejo de Ministros que alarga la baja paternal de las cinco a las ocho semanas, en una jornada en la que casualmente se registraron menos nacimientos de los habituales.
Su puesta en marcha se ha retrasado casi un mes. Se anunció para el 6 de marzo, pero un error en el texto impidió su publicación en el BOC, así que quienes han estrenado paternidad en ese margen de tiempo han visto frustradas tres semanas de dedicación completa a su familia. «Justo ayer -por el domingo-, nacieron un montón de bebés. Hoy, que ya empieza el permiso de dos meses, apenas ha habido partos. Va por rachas», comentaba una enfermera.
«Estaba previsto que la niña naciera la semana que viene, pero este fin de semana Sonia tuvo muchas contracciones y vinimos rápidamente al hospital», narraba Antonio. «En principio nos mandaron para casa, pero ingresó definitivamente durante la madrugada del lunes». Greta, que rozó los tres kilos de peso, ha nacido a tiempo para que sus padres, que son primerizos, puedan cuidar juntos de ella más tiempo. Antonio, natural de Burgos, trabaja desde casa. «No tengo la obligación de estar ocho horas al día en un lugar físico y eso me permite estar cerca de mi familia -la empresa para la que trabaja está ubicada en Madrid-, pero es cierto que no suelo desconectar del todo y estoy siempre pendiente. Los dos somos así». Mientras conversan, no pueden apartar la mirada de su pequeña: «Es pronto para decirlo, pero parece que será muy tranquila».
A pocos kilómetros de distancia, en la Clínica Mompía (Bezana), nacían los mellizos Alba, con dos kilos y cien gramos de peso, y Raúl, con 400 gramos más. «Tenemos otro hijo mayor, de casi cuatro años, así que se va a notar la diferencia de una baja a la otra», aseguraba su padre, Ismael Benito. Al igual que Greta, han llegado con una semana de antelación. «Han nacido por cesárea programada. Al ser dos, la madre -Tamara Gallegos- estaba ya muy cansada y se lo adelantaron». Y ha coincidido que la fecha le permitirá a Ismael disfrutar de su familia numerosa a tiempo completo durante dos meses. Y dos días más por ser un parto múltiple.
«Este permiso largo me viene genial para poder cuidar de ellos. Cuando nació mi hijo mayor se me pasaron las dos semanas muy rápido. Ahora, además, son dos, menos mal que lo han ampliado. El tiempo pasa volando, no te das cuenta y ya estás otra vez en el trabajo», apuntaba.
Ismael es técnico de espectáculos en el Palacio de Festivales, donde «viene una época con bastante trabajo. Con el asunto de las elecciones, hay un montón de mítines y eventos que se suman a los habituales, más centrados en el entretenimiento, como conciertos u obras de teatro». Pero él ahora se centrará en sus retoños. A medida que pasa la tarde va desapareciendo el efecto de la anestesia en Tamara, que «empieza a sentir los dolores, pero ve a los pequeños y se le pasa». El hermano mayor «está eufórico con la llegada de los bebés, no para. De momento está encantado».
Greta, Raúl y Alba todavía no lo saben, pero ya forman parte de una generación que ha dado un paso más en la igualdad entre padres y madres. Ayer, la baja por paternidad aumentó de cinco a ocho semanas. El próximo año se estima que llegue hasta las doce semanas y ya en 2021 alcanzará la duración del permiso materno, de cuatro meses. El recién estrenado permiso cuenta con una retribución del 100% y es intransferible, por lo que, si el padre no lo disfruta, tampoco podría cedérselo a la madre.
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