Jesús Barriuso ha estado al frente del Consejo Escolar durante los dos últimos añosAlberto Aja
«Lo que pasa con la Consejería de Educación es la peor cara de la política»
Jesús Barriuso: Expresidente del Consejo Escolar de Cantabria ·
Colaborador cercano del todavía consejero, destaca la «confianza» que Ramón Ruiz ofrece a la comunidad educativa y se pregunta por el futuro del Acuerdo por la Educación
Jesús Barriuso, hasta hace diez días presidente del Consejo Escolar de Cantabria, tiene un libro titulado 'Allegro ma non troppo', del italiano Carlo María Cipolla. A su ensayo sobre 'Las leyes fundamentales de la estupidez humana' alude para tratar de explicar su absoluto desacuerdo con la decisión del nuevo líder socialista, Pablo Zuloaga, de exigir el cese del actual consejero de Educación, Ramón Ruiz, y que llevó a Barriuso a dimitir de inmediato tras conocerlo. Cree que la decisión del nuevo secretario general del PSOE se debe al «desconocimiento y a la prepotencia de pensar que se puede llegar a un sitio y hacer las cosas sin contar con la sociedad o la comunidad educativa». Barriuso ha trabajado muchos años junto a Ramón Ruiz -en sus respuesta es habitual el tuteo al referirse a él- primero como jefe de la Unidad Técnica de Renovación Educativa (2004-2007) y luego como director general de Personal Docente (2007-2010). Hace dos años, este profesor de Lengua y Literatura, con 40 años de experiencia, fue designado presidente del Consejo Escolar en un periodo marcado por el polémico cambio en el calendario escolar y por el «unánime» Acuerdo por la Educación. De su paso por la Consejería y de la labor en el Consejo destaca proyectos como el programa de lenguas, la atención a la diversidad, el aumento de profesores, los planes de innovación educativa y el diálogo y consenso dentro de la comunidad educativa.
-¿Sigue convencido de su dimisión?
-Cada día que pasa tengo más razones para pensar que hice bien. El tema sería explicar por qué lo hice.
«Nadie tiene duda de que la Educación en Cantabria estaba en las mejores manos posibles»
-¿Y por qué lo hizo?
-Como presidente de la comunidad educativa no podía entender que se hiciera eso cuando esa comunidad en absoluto lo quería. Nadie tiene duda de que la Educación de Cantabria estaba en las mejores manos posibles. Que estaba segura en manos de Ramón Ruiz y de su equipo. Lo que me indignó fue la rueda de prensa de Pablo Zuloaga el martes 5 (de septiembre). Cuando oí sus motivos... no tuve ninguna duda. Cuando no adujo ninguna razón educativa, ninguna que realmente nos llevara a pensar que la Educación iba por mal camino... no, nada, que había sido desleal y que hacía falta un cambio generacional. No había quien lo entendiera. Y menos a dos días del inicio de clases. (...) Lo percibí casi como una burla a la educación. Le dijeron a la educación: «mira, nos da igual todo lo que hayáis hecho y trabajado, todo lo que está en marcha... que nosotros quitamos a esta persona, aunque confiéis en ella».
-¿Qué lectura política hace... o qué lectura educativa?
-Podemos deslindarlas y ninguna de las dos se entiende. Como valoración política, diría que lo que la ciudadanía está viendo con la destitución del Consejero y lo que están planteando sobre la vicepresidenta del Gobierno (Eva Díaz Tezanos) es la peor cara de la política, lo más rastrero de ella: las venganzas, las deslealtades y traiciones, las ambiciones desmedidas... Todo ello se antepone, torpe y egoístamente, al servicio que debe darse a la sociedad de Cantabria. Se aducen públicamente unas razones y se ocultan las verdaderas porque son inconfesables. Cuando Zuloaga ganó las primarias se habló de cambios, pero nadie hablaba de Educación. Al contrario, se dijo que funcionaba bien. Se puso el ojo en el consejero, porque le pidieron cambios en su equipo. Y esto enlaza con la parte educativa: gestionar la consejería es muy complejo; hay que tener en cuenta que son cientos de centros y miles de alumnos y familias. Quien quiera que sea consejero o consejera necesita tener un equipo de mucha confianza, muy preparado y muy competente. Yo entiendo a Ramón cuando no quiso hacer cambios y como no quiso fueron a por él.
-¿Y la comunidad educativa?
-Desde su punto de vista no se entiende cuando Cantabria es una comunidad puntera en educación, que estaba en excelentes manos, competentes y con mucha experiencia.
Diálogo
Cómo ejemplo de esa confianza, Jesús Barriuso explica cómo en los últimos años el Consejo Escolar ha hecho cosas «muy difíciles» y cada vez que pidió la presencia del consejero él explicó y escuchó en este foro, incluso el Plan de Educación recogió algunos de sus aportes. «Eso da confianza. Cuando un responsable de educación te escucha -y eso no está en duda-, la gente, la sociedad percibe que esta en buenas manos».
-Cuándo anunció su dimisión, usted vaticinó graves perjuicios para la Educación por el cese de Ruiz, ¿cuáles son?
-El crear incertidumbre e inestabilidad ya es un perjuicio, el hacerlo en este momento es un grave perjuicio, porque ahora mismo la Consejería esta funcionando de manera interina, pero es que después de dos semanas sigue la cosa así... ¿Qué confianza va a haber en los responsables de Educación? En segundo lugar, todo el proyecto del Plan de Actuación de la Consejería está, cuando menos, en peligro.
«Se aducen públicamente unas razones y se ocultan las verdaderas porque son inconfesables»
-¿El plan está en peligro porque quien va a entrar no cree en él?
-No, revertir el plan es difícil. Pero Ramón ha sido quien lo ha impulsado y tengo dudas de que las personas que vengan, aún teniendo la mejor voluntad de mundo, sean lo suficientemente competentes como para seguir impulsando eso con la misma confianza y seguridad.
-¿Y el Acuerdo por la Educación firmado este año con la unanimidad de todo el Consejo?
-Es lo que más me duele. Hay dos vertientes, una que el nuevo equipo tenga voluntad de ejecutarlas -son 120 medidas- y otra la política. El Acuerdo aún tiene que pasar por el Parlamento para que este acuerdo social se convierta en un acuerdo político. Si no entiendo nada de lo que está pasando, entendería menos que se dejara morir porque nadie se imagina lo que supone.
-Percibo en usted poca confianza en quienes puedan llegar ...
-No, no, yo en lo que me baso es en la complejidad de la tarea que se lleva a cabo y que requiere tiempo. Respeto a quienes lleguen, pero el problema está en la complejidad, el tiempo que les queda -queda año y medio antes de las elecciones y el reloj político se para mucho antes- y la dificultad de hacerse con todo.
-¿Se ve de nuevo en el trabajo de gestión?
-No. Yo he trabajado con toda honestidad y con pasión. Los frutos están ahí, pero ya no volvería. Quiero terminar mi vida laboral dando clase y luego seguiré con proyectos de educación que tengo en la cabeza.
Calendario escolar
Barriuso, ya de vuelta a la enseñanza, insiste en el peso de la comunidad educativa en las decisiones tomadas por la Consejería. Y como ejemplo el polémico cambio en el calendario escolar. Reconoce que siempre que se cambia algo es complicado, pero se queda con la participación y cree que, al margen de «variables tangenciales» como la conciliación familiar, había consenso sobre la necesidad de revisar las pausas de los estudiantes. «El calendario tiene fundamento, no se lo ha inventado ni Ramón ni nadie».
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