De paseo con la amiga prudencia

Por concretar, son por ahora diez entregas que se pueden ver en Youtube. Coordinadas desde la institución, con guión y actuación de Carlos Peguero (que es profesor en Unate) y con la edición a cargo de Txatxe Saceda. Ficción, capítulos cortos, con la misma estructura, en escenarios reconocibles. El café, el ejercicio, la tertulia, la cena de Navidad, los nietos... Asuntos cotidianos hoy -más que nunca- de vital importancia. ¿Y por qué? En Unate llevan desde marzo con varias iniciativas. Primero, de acompañamiento. 'Estamos contigo', 'Desde mi ventana'... En octubre recuperaron las clases con todas las medidas de prevención. Pero en este tiempo, a través de encuestas, han palpado «un estado anímico y de ansiedad tremendo en las personas mayores». Su respuesta ha sido intentar responder a eso con un mensaje: la necesidad de «seguir viviendo, pero con prudencia».

Así, Prudencia acaba siendo un personaje más de la serie. Invisible, pero real en la medida que el protagonista -bautizado como Prudencio por el mismo juego- charla a diario con ella. Y en esos diálogos acaba convenciéndose, tomando las decisiones -factor que quieren destacar- por sí mismo para salir.

Peguero tiró de su «proceso actoral» para modelar al personaje y la serie. Tomó como referencia a sus padres, a su suegra y a los propios alumnos de Unate. Lo que dicen y cómo lo dicen. Sus miedos actuales y sus giros. Sus temas «en este contexto». Y, a partir de ahí, en sesiones de improvisación, fue «soltando por la boca» todo lo recogido. Mezclando esa labor de observación con «una parte impulsiva muy libre». Lo siguiente fue seleccionar las mejores ideas de ese material para dar forma a un esqueleto y concretarlo en los diez episodios. Cómo, por ejemplo, el protagonista se atreve a trasladar a la calle el café que se tomaba en el balcón o cómo acaba venciendo los temores para sorprender a sus nietos en un reencuentro emocionante (y seguro). «Hemos hecho diez cosas identificables y Prudencio, además, no es un señor de ochenta años, porque queríamos barrer a gente de distintas edades». Tirando de lo cercano. La galería en la que empiezan los epidosios es la de su propia casa, la supuesta hija y nietos son la mujer y los hijos del editor... Todo es reconocible -hasta las sensaciones-. «Moviéndose en ese filo de la navaja de no perderse muchas cosas que sí se pueden hacer. Con limitaciones e incomodidad, pero se pueden».

Y «con mucho cuidado de no politizar» ningún contenido y de respetar con rigor los consejos de las autoridades sanitarias (el episodio de la cena de Navidad es un ejemplo). «Lo pasábamos mucho por el filtro de Unate y nos hemos guiado por comunicados e informaciones sobre las normas». Hasta cuidándose para que lo grabado, en un panorama de restricciones cambiantes casi a diario, sirviera cuando tocara emitir. El mejor ejemplo lo tuvieron hace unos días. Porque, dado que les ha ido bien -«está calando», dicen-, ya graban una segunda entrega. Esta vez, en Laredo. «Tenemos dos episodios hechos. Pero, con las limitaciones que hubo hace unas semanas...».