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La central eléctrica de El Pavón de Villapresente (Reocín), el depósito de locomotoras de Cajo o el acueducto desde Santiurde de Toranzo a Santander son ... tres de los objetivos a proteger a corto plazo que se han propuesto los miembros de la recién creada Red de Patrimonio Industrial de Cantabria. Hace unos días, los socios se reunían en un acto público celebrado en el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Cantabria para presentar, entre otros avances, la puesta en marcha de un inventario sobre este tipo de yacimientos en la región, aún en construcción, pero en el que ya se pueden consultar más de una veintena de entradas en la dirección: https://redpatrimonioindustrialcantabria.org.
Uno de los objetivos fundamentales de la red «es la de unir esfuerzos y estrechar lazos entre todos los agentes implicados en la protección y gestión de este patrimonio común», destaca uno de sus miembros, Víctor Moreno, presidente de la asociación en defensa del patrimonio de Villaescusa.
22yacimientos industriales ya han sido inventariados con el objetivo de difundir su valor y alcanzar su protección patrimonial, pero la lista crece.
El pasado mes de marzo nacía la red con varios objetivos claros: «investigar, inventariar y proteger» los vestigios que quedan de este patrimonio cultural. Para ello tienen la vista puesta en conseguir «una estrategia común de profesionales (historiadores, técnicos), Administración, organismos colegiados y colectivos ciudadanos», citan, para «posibilitar y potenciar acciones que resultarían imposibles o muy dificultosas de otro modo», añaden.
En su primer acto público celebrado en el Colegio Oficial de Ingenieros Industriales de Cantabria contaron ya con parte de esa complicidad de las instituciones, que estuvieron representadas por la directora general de Patrimonio Cultural, Zoraida Hijosa, y la concejala de Educación del Ayuntamiento de Santander, Noemí Méndez. Por parte del mundo académico acudieron el decano y el exdecano del Colegio de Industriales, Martín Vega y Pedro Hernández; el geógrafo Gerardo Cueto; y la historiadora Sara del Hoyo, además de representantes de los colectivos conservacionistas: Asociación Cántabra Amigos del Ferrocarril (ACAF), Villapresente en la Memoria, Asociación del Patrimonio Cultural del Valle de Villaescusa y Movimiento Cultural Iguña.
TRABAJO CONJUNTO
No es la primera vez que se intenta realizar un inventario de estas características, según destacaron los ponentes. En los años ochenta del pasado siglo, la Universidad de Cantabria ya intentó ordenar el patrimonio industrial, sin conseguirlo. Durante el acto se presentó el nuevo intento por lograrlo, que incluye el portal web de la red, donde se recogen, por el momento, un total de 22 enclaves de yacimientos de todo tipo. Así, se han catalogado y colocado en el mapa ocho categorías: abastecimiento de agua, urbanismo, energía, industria naval, industria agroalimentaria, minería, obra pública y transportes. «El objetivo es visualizar e informar, por sectores o por ubicación, cada uno de los lugares o elementos del patrimonio industrial de Cantabria de los que existen vestigios», explicaron los ponentes. De momento, es un mapa que irá creciendo, con sus correspondientes fichas explicativas del yacimiento a visitar y con la vista puesta en la protección de varios de ellos.
Uno de los elementos que se pretende conservar es el depósito de locomotoras de Cajo, en Santander, para el cual ya se ha impulsado una declaración como Bien de Interés Cultural con el objetivo de trasladar allí el futuro Museo del Ferrocarril de Cantabria. Otro de los proyectos en los que está trabajando la red actualmente es la conservación y puesta en valor de la central eléctrica de El Pavón en Villapresente (Reocín), que fue el origen de la electrificación en Cantabria. Asimismo, el acueducto de Santander, «obra pública impresionante de finales del siglo XIX», relatan, «se pretende proteger y también difundir».
Durante el acto se presentaron además las II Jornadas de Patrimonio Industrial de Cantabria, a celebrar en la Finca Rosequillo de La Concha de Villaescusa el 8 y 9 de octubre y que consistirán en ponencias relacionadas con el Patrimonio Industrial. Dicho evento finalizará con una visita a la Planta de concentración de mineral de Obregón (Villaescusa), otro de los yacimientos industriales para el cual ya se ha conseguido protección cultural.
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