Pazos se despide de la UC con la firma de un contrato-programa «trascendental» de 310 millones

En un acto celebrado en el patio del Paraninfo de la Universidad de Cantabria (UC), precedido por unos minutos de saludos y apretones de manos, se ha firmado esta mañana el contrato-programa entre la institución académica y el Gobierno de Cantabria. Se trata de una hoja de ruta plurianual –el adjetivo más pretendido por la UC porque le permite atar su financiación de 2025 a 2027– y dotada con cerca de 310 millones de euros para todo el periodo, a razón de 100 millones en 2025, 103 en 2026 y 106 en 2027

Ángel Pazos, rector de la UC, y la presidenta cántabra, María José Sáenz de Buruaga, han rubricado un acuerdo que permite «implantar un marco de financiación estable» para la institución, como ha señalado la secretaria general de la misma, Silvia Tamayo, que se ha encargado de conducir el acto. «Es un día trascendental para la UC», ha destacado Pazos bajo el lucernario del Paraninfo, ya que, si bien es el tercer contrato-programa de naturaleza plurianual, es el primero que compromete una «dotación económica» para sus tres años de duración. Ese compromiso conlleva un «incremento significativo del nivel de financiación de la UC» y, a su vez, entraña «el compromiso mutuo» a la hora de cumplir una serie de objetivos de mejora.

«Hoy es un día memorable para la UC, para el Gobierno y para nuestra región. Acabamos de firmar un contrato-programa histórico», ha coincidido Sáenz de Buruaga, que ha ligado el futuro de la institución con el de la comunidad autónoma. «Con este contrato-programa estamos asegurando que la UC continúe siendo un potente motor de desarrollo» para Cantabria, ha añadido la presidenta, un documento que, además, le da a la UC «certidumbre» para avanzar en sus programas de docencia, investigación y transferencia.

Entre el público, además del consejero de Educación, FP y Universidades, Sergio Silva, se encontraban otros miembros del Ejecutivo autonómico, del consejo de dirección de la UC, así como la presidenta del Parlamento cántabro, María José González Revuelta, exrectores, decanos y los dos candidatos a suceder a Ángel Pazos en las próximas elecciones del 14 de enero, esto es, Conchi López y Mario Mañana, que se han sentado juntos.

Pazos empieza a protagonizar sus últimos actos públicos como máximo responsable de la UC. Desde luego, este es el último contrato-programa que firma con el Gobierno de Cantabria, que aporta cerca del 65% del presupuesto de la institución académica, según datos de la memoria de la UC para el curso 2023-24. Se ha notado esta circunstancia en las palabras de Pazos, en el largo agradecimiento que ha dedicado a sus colaboradores y a la sociedad de Cantabria, y también en el repaso a los logros más recientes de la institución: rankings de investigación, captación de fondos, conexión con las empresas o proyectos de internacionalización. Por momentos, se le ha visto emocionado.

En su discurso, Pazos también ha reconocido la buena sintonía entre la UC y el Gobierno de Cantabria. «Cuando uno revisa la situación presupuestaria de muchas universidades públicas de España es obvio, presidenta, que [en Cantabria] estamos en un escenario diferente» al que viven otros territorios -como, por ejemplo, la Comunidad de Madrid-; un escenario en el que la UC «intenta dar cada día lo mejor de sí para el progreso» de la comunidad autónoma, y en el que el Gobierno reconoce esa labor y «apoya de forma decidida a su universidad pública», ha destacado Pazos. Además, el rector ha agradecido personalmente a Sáenz de Buruaga su compromiso con el contrato-programa, tanto en campaña como en Peña Herbosa. «Este primer agradecimiento es a ti por haber cumplido un compromiso, me parece muy importante», le ha dicho Pazos a la jefa del Ejecutivo.

Este compromiso desbroza el camino de la UC, considera el rector. «Queda un panorama muy despejado que le va a permitir a quien gobierne establecer una estrategia clara de crecimiento y de mejora, siempre que se construya sobre la base de la destacada posición que la UC ha alcanzado estos años en el contexto social, local o regional», ha dicho Pazos, que ha dejado también un mensaje claro en el aire: «La mejora solo nace del previo reconocimiento de los logros anteriores. Estoy seguro de que será así».

Con este acuerdo, Sáenz de Buruaga ha destacado el compromiso de su Gobierno con la educación superior. «Se acabó esa precariedad y ese cortoplacismo» financiero, ha dicho la presidenta, que la UC habría sufrido durante quince años. Ambas instituciones comparten una «mirada larga y un marco estratégico». «Vamos de la mano, más que nunca, para hacer funcionar la estrategia de especialización inteligente de Cantabria, potenciar la transferencia de conocimiento y situar a la universidad en el eje de un nuevo modelo económico sustentado en la innovación y la digitalización», ha dicho la presidenta.

Con una media de 103 millones de inversión por ejercicio, este contrato-programa incluye otras vías de financiación adicional por objetivos y por necesidades especiales. Una de las satisfacciones de Sáenz de Buruaga respecto a esta hoja de ruta es haberla firmado junto con Ángel Pazos, a quien ha reconocido este «último gran servicio» prestado a la institución y sus logros desde 2016. El noveno rector de la UC deja una «huella imborrable» y ha sido un «ejemplo de exigencia y calidad», así como de «sentido institucional», ha dicho Sáenz de Buruaga, que con sus palabras ha remarcado el cariz de despedida del acto.

El contrato-programa se estructura en torno a tres ejes de financiación. El primero es la financiación estructural y está «orientado a prestar un servicio público de calidad y atender las necesidades de gasto en personal, bienes y servicios e inversiones de la UC», ha destacado el Gobierno.

El segundo eje es el de financiación por objetivos estratégicos, «que incluye la financiación en función de los objetivos fijados en la programación plurianual en materia de formación, internacionalización, investigación, transferencia de conocimiento, igualdad y buen gobierno», así como la financiación relacionada con la ejecución del Plan de Infraestructuras.

Y el tercer eje es el relativo a la financiación estructural por necesidades especiales, «como pueden ser la implantación de nuevas titulaciones oficiales, la puesta en marcha de nuevos centros de investigación, actuaciones singulares en el marco de la alianza Eunice o gastos sobrevenidos».

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