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España neutraliza el 'tijeretazo' de Bruselas a la merluza del Cantábrico. Ese es el mensaje que el ministro en funciones Luis Planas ha lanzado tras 19 horas de discusiones en Bruselas. Tras las negociaciones para más 80 especies la reducción para la merluza quedaba ... en el 5,5% y la del juren en un 40,7% . Pero esa alegría institucional se traduce en furia si se aterriza al caso de la flota pesquera de Cantabria. Suponen «una hostia en las siete especies» de las que subsiste la flota de esta región, alertaban esta mañana los pescadores cántabros que se sienten «engañados» con el reparto de las capturas de pesca para 2020. También el consejero de Ganadería, Guillermo Blanco, ve «un palo extraordinario» la reducción de la cuota del jurel (chicharro), que, según ha dicho, hará que la flota pesquera de Cantabria deje de ganar 1,3 millones de euros.
El presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Cantabria, Miguel Fernández, ha reconocido a EFE que el Total Admisible de Capturas (TAC) sí que ha beneficiado a otras comunidades autónomas, pero «a los pecadores de Cantabria les han acribillado» con una disminución de cuota de jurel (chicharro) de un 40,7 %, de la merluza en un 5 %, de la anchoa de un 3,4 % o del lenguado. Si bien las posibilidades de pesca de la caballa han aumentado en un 41 %, Fernández considera este hecho el «timo de la estampita» al ser un logro «irreal», porque este año ya se redujo la cuota un 20 % y hace dos años otro tanto por ciento.
«Los científicos se equivocaron en datos de la masa viable de la caballa que fueros rectificados en julio, cuando ya nosotros no podíamos pescar un solo pez, y ahora han tenido en cuenta ese incremento para este año», ha aclarado el responsable de la Federación de Cofradías de Pescadores de Cantabria. Todo ello unido a la multa por sobrepesca de esta especie que pesa sobre España hasta 2023 que, a juicio de Fernández, está generando «unos 100.000 millones de euros de pérdidas».
«Los pescadores están muy cabreados porque teníamos unas cuotas muy escasas y ahora nos encontramos con más recortes que implicarán la salida del sector de parte de la flota que se encontraba en el alambre», ha apuntado.
Fernández cree que «ha sido una mala negociación» para Cantabria y ha avanzado que se pondrá en contacto con el consejero de Pesca, Guillermo Blanco, para pedirle que el año que viene acuda de «observadora» a las negociaciones de Bruselas una delegación de la región. «No sé si tendrán algo contra nosotros, somos una flota pequeña pero competitiva y parece que lo único que pretenden es que cerremos nuestras empresa», ha concluido. Precisamente, Blanco ha señalado que abordará con la Federación de Cofradías de Pescadores posibles «medidas compensatorias», que trasladará al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y a la Unión Europea.
«Nos lo tienen que compensar de alguna forma», ha subrayado el consejero, quien ha incidido en que, «si hace falta» ir a Bruselas a decirlo, lo hará.
Desde el Gobierno de España se ha defendido el acuerdo «como un buen resultado». El nuevo maratón negociador, en la última jornada del último y más importante Consejo de la UE de Agricultura y Pesca del año, terminó con un pacto que,según el ministro, «permitirá mantener un nivel adecuado de capturas para garantizar la actividad del sector y los objetivos de pesca sostenible». Respondería parcialmente a las expectativas con las que España había acudido a esta negociación, teniendo en cuenta los drásticos recortes que figuraban en la propuesta que a finales de octubre lanzó la Comisión Europea. Y que se ajustaban al objetivo de alcanzar en 2020 una explotación de los caladeros biológicamente segura (lo que se conoce como Rendimiento Máximo Sostenible).
El -5,5% aceptado para la merluza cantábrica (se vuelve a la senda del recorte después de que el pasado año se lograra mantener una cifra estable), se traduce en unas 5.600 toneladas y, según el Gobierno, neutraliza el golpe que pretendía el Ejecutivo de Bruselas, en base a informes científicos, y que se traducía en un -20%. En el caso de la merluza norte (aguas de Escocia e Irlanda, Gran Sol y aguas francesas del Golfo de Vizcaya) se aplica una reducción de 20%; «cuota que se considera será suficiente para cubrir las necesidades de la flota española, que este año no agotó su cupo».
En lo que se refiere al chicharro, se asume que el tijeretazo del 40,7% es notable (10.015 toneladas asignadas a España) aunque irá acompañado de medidas de «flexibilidad entre las dos unidades de gestión que componen esta pesquería, a través del incremento de las condiciones especiales», con lo que -ha remarcado el ministro- «la flota española en su conjunto dispondrá de cuota suficiente para desarrollar su actividad pesquera el próximo año».
El lenguado del caladero nacional caerá al 20% frente al 40% pretendido por la Comisión Europea. La caballa se incrementará un 41% en el Cantábrico, la bacaladilla, el 3% y en lo que se refiere a la anchoa del Cantábrico, pese a la buena explotación del stock, se dará también una disminución del 3%. Sobre la cigala, Planas aseguró que se continuará negociando con Bruselas para intentar la reapertura de la pesquería.
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