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La empresa pública Tragsa, a través de la subcontrata Adra, y con el apoyo de agentes de Medio Natural del Gobierno de Cantabria, procedió el jueves a la retirada de los peces del río Saja, junto al puente de Villanueva de la Peña, ... donde la Confederación construirá una escollera que pretende frenar los efectos de las riadas. El fin último era proteger a los peces del enturbiamiento que provocarán las obras.
En total, se trasladaron alrededor de doscientas truchas y doce anguilas, además de otras especies de peces más pequeños. Los ejemplares fueron capturados mediante un sistema de pesca eléctrica y depositados en Caranceja. Previamente, el miércoles, se estrechó la zona donde se iba a actuar con la ayuda de una pala para facilitar la labor.
La responsable de Tragsa, Amaya González, explicó que la medida se llevaba a cabo para poder salvarles y teniendo en cuenta «que el agua se va a enturbiar». La obra consistirá en armar una escollera de 130 metros de largo por 3 de alto, aproximadamente, en la margen derecha del río. Por parte de Confederación se están realizando otros trabajos con el mismo fin en Cabuérniga y también se han llevado actuaciones en otros puntos como Carrejo. La finalidad es dar amplitud al cauce, de manera que las aguas discurran con menor velocidad y el nivel de agua, durante las crecidas, sea menor. Además, la escollera persigue que en ese punto donde el agua golpea con fuerza se evite la pérdida del terreno.
Para la extracción del canto rodado y la construcción de la escollera, se dispone de maquinaria pesada. Se prevé que las obras, que ya han comenzado, duren de tres semanas a un mes, «si la meteorología lo permite y los niveles de agua se mantienen».
Los agentes de Medio Natural decidieron hacer una segunda tanda después de que en la primera «salieran bastantes peces». El jefe de comarca en funciones, Juan Carlos Santamaría, explicó que previamente al tipo de labores que va a realizar Tragsa, la empresa «tiene la obligación de capturar a los peces», algo que se supervisa por la guardería forestal, quien decide dónde es la suelta. Y añadió que en la jornada del jueves el Gobierno regional colaboró para facilitar la actuación.
Sobre el procedimiento, el agente del Medio Natural David Agüeros explicaba mientras se adentraba en el agua cómo es el sistema que se utiliza: «Una pértiga, dos redes, un caldero y una pequeña descarga eléctrica. La electricidad atrae a los peces. Cuanto más grandes son mejor los atrae y, luego, se coge, se suelta en el caldero y se deposita en la cuba»... Por lo que respecta a la descarga en cuestión, Santamaría explicó que «a las truchas les afecta muchísimo, sobre todo, si son más grandes».
Los equipos de pesca eléctrica están pensados para hacer rescate en zonas que se han secado, «pero aquí se trabaja en un cauce normal».
El alcalde de Mazcuerras, Javier Camino, valoró especialmente la actuación realizada para trasladar a los peces de la zona, «con el objetivo de respetar el medio ambiente, y en concreto el río, que como se puede comprobar está lleno de vida». En este sentido, explicó que era algo que le habían trasladado los propios operarios en vista de la cantidad de ejemplares que había en el lugar. «Queda demostrado así que es compatible la naturaleza con las obras», dijo.
Sobre los trabajos que se necesita realizar a futuro en el río Saja, recordó que «no se trata de una obra, sino de un obrón», dando idea de la magnitud también económica, «porque estamos hablando de 15 o 16 millones de euros», que se invertirán entre Los Tojos y Rudagüera. «La idea es que ese gran proyecto que se espera se realice en el año 2020», reivindicó.
Respecto a estos trabajos recién comenzados, los de la escollera, consideró que «todo lo que se vaya haciendo suma» y valoró la buena disposición mostrada, en este caso, por la Confederación. «Las inundaciones acaban de pasar y ellos están preocupados igual que nosotros», dijo.
Precisamente el jueves tuvo lugar en Santander una reunión con el secretario de Medio Ambiente del Gobierno de España, Hugo Morán, en la que estuvo el alcalde de Mazcuerras, en condición de representante del grupo de regidores del Saja afectados por las inundaciones. Camino reconoció que no había salido «muy contento» de ese encuentro, pero confió en que se llegará al «buen entendimiento porque la disposición es buena y la ruta trazada tiene muy buena pinta».
En esa reunión, la Confederación Hidrográfica del Cantábrico recordó que durante 2019 ha invertido un millón doscientos mil euros en la región. Un montante que ha ido dirigido a la prevención de inundaciones. Y, en los meses que quedan de año, prevé destinar «otros 900.000 euros». Cifras «insuficientes» para el consejero de Obras Públicas, Ordenación del Territorio y Urbanismo, José Luis Gochicoa. De hecho un informe de la Confederación muestra que para la limpieza de los ríos de la región es necesaria una inversión de más de 27 millones. El presidente de la Federación de Municipios de Cantabria y alcalde de Reocín, Pablo Diestro, coincidió con Gochicoca en remarcar que «las aportaciones no son suficientes a las necesidades de los municipios».
Lo cierto es que desde que decidieron unirse en grupo para unificar sus peticiones y no acudir a los distintos estamentos de manera individual, los alcaldes de la zona del Saja han mantenido ya varias reuniones que han considerado «muy fructíferas». Si bien en un principio eran seis regidores, de los municipios que van desde Cabuérniga hasta Reocín, a los pocos días del primer encuentro, se sumó también el Ayuntamiento de Alfoz de Lloredo, entendiendo que Rudagüera también puede estar afectado por el mismo problema.
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