«Los pediatras de Atención Primaria trabajamos a ciegas frente al coronavirus»

La escasez de test de coronavirus para niños y adolescentes obliga a los pediatras a trabajar «a ciegas», además de desperdiciar una ocasión de mejorar el «conocimiento epidemiológico de la enfermedad», según ha denunciado Alberto Bercedo Sanz, presidente de la Sociedad de Pediatría Extrahospitalaria y de Atención Primaria (Speap) de Cantabria.

El hecho de que la enfermedad, en términos generales, afecte más levemente a los más jóvenes, ha contribuido a privar de pruebas a los contagiados de esa franja de edad. Según indica Bercedo, en Cantabria, tras un muestreo en el 75% de los centros de salud, que corresponden a una población de 61.422 niños, se han seguido en las consultas de pediatría cerca de 750 casos sospechosos y se han detectado siete casos positivos, algunos de los cuales han necesitado ingreso en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).

«Desde la Speap consideramos que se ha perdido una oportunidad del diagnóstico de Covid-19 en estos niños sospechosos y, por tanto, un mayor conocimiento epidemiológico de la enfermedad en el núcleo familiar, en su entorno y en la sociedad en general», explica el doctor, que critica además que «los pediatras de Atención Primaria seguimos trabajando a ciegas en la situación de pandemia actual y se ha abandonado a los niños y adolescentes y a sus familias de la posibilidad de que su pediatra pueda disponer o indicar la realización de test diagnósticos de PCR y pruebas serológicas». En su opinión, tanto los pediatras como toda la Atención Primaria de la región «deben tener las mismas posibilidades diagnósticas que en otras comunidades y países de nuestro entorno, de forma que cuando el pediatra lo considere indicado pueda solicitar la prueba diagnóstica de Covid-19 independientemente del nivel de asistencial».

Una vez superado el pico de la enfermedad, el objetivo para los próximos meses consistirá en impedir un rebrote de la pandemia, un escenario en el que «la seguridad de los niños y las familias es primordial», teniendo en cuenta que el virus cursa con un porcentaje de casos asintomáticos y de casos leves y moderados que no necesitan ingreso hospitalario y cuyo seguimiento se realiza en Atención Primaria.

«La Administración sanitaria tiene la oportunidad de demostrar si quiere que los medios diagnósticos lleguen a la Pediatría de Atención Primaria en el próximo otoño e invierno, cuando la circulación de los múltiples virus que afectan a los niños, como la bronquiolitis, gripe, laringitis, bronquitis, neumonías, etc., se solapen con el coronavirus», advierte Alberto Bercedo. «La disponibilidad de test de gripe, VRS, test de PCR y serológicos de Covid-19, autoanalizadores de proteína C Reactiva, etc., deben llegar rápidamente a la Pediatría de Atención Primaria porque si no seguiremos a ciegas y con los mismos métodos diagnósticos del siglo pasado».

La reclamación de los especialistas cántabros llega días después de que la Asociación Española de Pediatría alertara a estos profesionales de la aparición de varios casos de shock en niños considerados como una reacción tardía al Covid-19.

Se trata de un síndrome inflamatorio grave relacionado con el coronavirus que comienza a manifestarse con fiebre y síntomas intestinales y mal estado general, pero que de forma súbita produce una bajada de la tensión arterial y aumento de la frecuencia cardiaca.

Pese a que la Asociación de Pediatría consideraba «muy infrecuentes» estos casos, lo cierto es que en Cantabria ya se ha confirmado uno, un niño que permanece hospitalizado en la UCI de Valdecilla después de se manifestara un cuadro clínico con dolor abdominal y problemas gastrointestinales, que se asocian a una inflamación cardiaca.

También permanece ingresada en Valdecilla otra niña, con síntomas similares, que se encuentra en observación a la espera de que el resultado de las pruebas y la evolución de la enfermedad confirmen si se trata de un segundo caso, que echaría por tierra todos los cálculos estadísticos.