Los pediatras cántabros urgen a Sanidad a reforzar la vacunación de la meningitis

La Sociedad de Pediatría Extrahospitalaria y de Atención Primaria de Cantabria, que preside Alberto Bercedo, ha trasladado por escrito a la Dirección General de Salud Pública la necesidad de «poner al día el calendario vacunal», tal y como han hecho ya Canarias y Castilla y León, las primeras comunidades que han anunciado que pondrán gratis la vacuna contra la meningitis B. Esta decisión, aplaudida por los profesionales de la pediatría, ha recibido críticas por parte del Ministerio de Sanidad.

Además de reforzar la protección frente a la meningitis, y siguiendo las recientes recomendaciones del Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría, los médicos cántabros solicitan incluir en la financiación pública la vacuna del rotavirus (también sufragada por las familias) y actualizar vacunas que mejoran las que se están utilizando hoy en día, como es el caso de la del virus del papiloma humano. Pero la Consejería de Sanidad no tiene intención de modificar las pautas de vacunación de la población infantil mientras no haya instrucciones por parte del Consejo Interterritorial, según ha respondido a preguntas de este periódico. «Cantabria implantará cualquier vacuna que se incorpore al calendario vacunal común nacional», subrayan fuentes del departamento de María Luisa Real.

Este posicionamiento choca con el paso adelante dado ya por las dos comunidades que han anunciado mejoras en sus programas autonómicos, reabriendo con ello el debate. «Está cambiando la epidemiología de la meningitis. En Cantabria aún no está habiendo casos de W e Y, pero pueden empezar a despuntar», advierte Bercedo. «Tenemos que adelantarnos, no ir siempre por detrás». Por ello, el colectivo solicita sustituir la vacuna de la meningitis C (que sí está en el calendario pediátrico) por la llamada tetravalente (MenACWY), que es más completa al proteger también frente a esos nuevos serogrupos. Se pondría a los 12 meses y a los 12 años, «aconsejándose un rescate progresivo hasta los 19 años» para los no incluidos en ese grupo de edad.

«La vacuna de la meningitis C tiene una efectividad demostrada y salvó muchas vidas», apunta María Jesús Cabero, coordinadora de Urgencias Pediátricas de Valdecilla, «pero si hoy en día contamos con otras vacunas que están avaladas a nivel internacional y que se han demostrado efectivas y seguras, por qué no beneficiarnos de ellas», plantea. La tetravalente se utiliza ya en Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Holanda, Suiza, Grecia, Austria e Italia. «En España se recomienda sólo para menores en situación de riesgo, como en viajes a determinados países. Frente a la meningitis, no se puede bajar la guardia», insiste.

Acabar con esas desigualdades era el fin que perseguía la implantación del calendario único, pero «debe de ser de máximos», subraya Cabero. «Es una pena que dependiendo de tu código postal tengas unos resultados u otros». A su juicio, «lo que hace falta es que la vacuna no se vea como un gasto, sino como una inversión que reporta grandes beneficios en salud». En la misma línea, la pediatra María José Martínez Chamorro defiende que «las vacunas son algo dinámico», aunque «en Cantabria no se ha incorporado ninguna mejora desde 2016». Defiende que «hay que buscar la equidad entre comunidades y entre personas dentro de la misma comunidad, porque es muy injusto que sólo puedan prevenir determinadas enfermedades quienes las pueden pagar», cuando además -añade- «si se introduce en la vacunación sistemática se produce una inmunidad colectiva y, por tanto, la tasa de cobertura más alta».

En su escrito, la Sociedad de Pediatría recuerda también que se recomienda la vacunación frente a varicela con dos dosis en todos los niños, a los 15 meses y a los 3-4 años de edad. «Aquí lo que proponemos es que la segunda dosis sea combinada con la triple vírica (sarampión, rubeola y parotiditis), puesto que ya hay una vacuna tetravírica. En lugar de dos pinchazos, se pondría uno solo», explica Martínez Chamorro.

Asimismo, los pediatras apuntan la necesidad de «una vacunación de rescate» a todos los menores que no hayan padecido la enfermedad, «aspecto que nuestra comunidad ha obviado tras la última modificación del calendario vacunal y que ha dividido a los niños y adolescentes en dos grupos: los que están vacunados bien por el propio esfuerzo vacunal de las familias o porque nacieron después del 2015 y entraron dentro del calendario financiado; y otro grupo de niños y adolescentes, sobre todo de bajo nivel socioeconómico, que no pueden sufragar la vacuna de varicela y que se exponen a una enfermedad que no deberían padecer».