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Pedro Casares convirtió ayer la presentación del libro 'Zapatero. El legado progresista' en una reivindicación política de Dolores Gorostiaga. Ante un centenar de afiliados, exdirigentes, concejales y simpatizantes del PSOE cántabro, el diputado nacional quiso ensalzar el legado de la histórica dirigente socialista, exvicepresidenta ... del Gobierno y, todavía, figura de referencia en el partido pese a la ruptura con la 'vieja guardia' que supuso la llegada del actual secretario general, Pablo Zuloaga, en 2017. Han pasado siete años desde aquella abrupta y polémica salida de la generación de Eva Díaz Tezanos y su equipo -heredera y discípula de Gorostiaga-, pero las heridas aún no se han cerrado. Es ahora, con los congresos federales y autonómicos para renovar las direcciones del PSOE en el horizonte, cuando Casares ha escenificado este acercamiento público a la expresidenta del Parlamento.
«Ella es mi madre política. Para mí es un referente en la vida y en la política. Cuando empecé de su mano hace muchos años, ella era a quien me quería parecer. Hay que agradecerle que dejase un PSOE mejor y una época nueva para Cantabria», subrayó Casares en un acto marcado también por la ausencia de miembros de la dirección socialista actual. Ni la secretaria de Organización, Noelia Cobo, ni el propio Zuloaga ni ningún dirigente de su Ejecutiva acudió a la presentación del libro que ensalza la figura y el legado de José Luis Rodríguez Zapatero.
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Los que sí acudieron fueron otros cargos históricos y actuales del partido como la exdelegada del Gobierno Ainoa Quiñones; el exsecretario de Organización del PSOE José Guerrero; el exsenador y exalcalde de Val de San Vicente Miguel Ángel González Vega; la exdiputada Paz de la Cuesta; el secretario general de Juventudes Socialistas, Fran Cano; la exdirectora del Icass Toñi Mora; y la agrupación municipal de El Astillero al completo, con la concejala Judith Pérez al frente, quien se enfrentó a Zuloaga en el pasado Congreso socialista.
Como indicaron fuentes del propio partido a El Diario Montañés, el objetivo del acto -al margen de la presentación del libro- era mandar a la militancia el mensaje de acabar con la fractura interna, la necesidad de recuperar a los referentes históricos a los que se apartó durante los últimos años y volver a dar protagonismo al partido por encima de personalismos e individualismos. Y Casares sabe que cualquier resarcimiento de la 'vieja guardia' debe empezar con la propia Gorostiaga, que en ningún caso hizo referencia ayer a esta situación, y se limitó a comentar sus experiencias políticas con Zapatero, a quien conoció muy de cerca durante su mandato.
«El Gobierno de Zapatero fue un tiempo especialmente luminoso porque veníamos de una etapa triste y oscura. Él nos devolvió la alegría y ahora estamos todos disfrutando de las políticas que aprobó», señaló Gorostiaga, que hizo especial referencia a la Ley de Dependencia aprobada en el año 2006.
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