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Hoy hace cinco años falleció el político cántabro Alfredo Pérez Rubalcaba. El histórico líder socialista, que fuera vicepresidente del Gobierno y ministro del Interior, no pudo recuperarse del ictus que había sufrido unos días antes. Hoy, viernes, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le ... ha recordado a través de un tuit en el destaca que «su legado sigue muy presente» y que «acompañará siempre. No solo a la familia socialista, también a todos los demócratas».
Su texto tiene un millar de comentarios y ha sido compartido otras tantas veces. Por un lado, las respuestas son mensajes que aluden a la trayectoria del político de Solares: «El legado de Alfredo Pérez Rubalcaba perdura y su recuerdo sigue vivo en el corazón de todos los que valoran su dedicación al servicio público». También se le señala como «el auténtico artífice de que el Partido se abriera definitivamente a la militancia y nuestro voto contara. El ministro del Interior que hizo posible el final del terrorismo de ETA»...
Por otro, muchos que le recuerdan al actual líder del PSOE que, en su día, Pérez Rubalcaba se opuso a su proyecto y le reprochó sus políticas: «Su gran virtud fue echarle del PSOE en su día» o «Cómo se atreve a hablar de Rubalcaba si usted le dejó de hablar cuando le dijo que lo de pactar con independentistas era un error» han sido algunos de los tuits que le han dedicado al presidente del Gobierno.
Hoy se cumplen cinco años sin Alfredo Pérez Rubalcaba.
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) May 10, 2024
Su legado sigue muy presente y su recuerdo nos acompañará siempre. No solo a la familia socialista, también a todos los demócratas. pic.twitter.com/DW0hPN7erP
Pérez Rubalcaba falleció en Madrid a los 67 años el 10 de mayo de 2019. Fue ministro de Educación y de Presidencia y Relaciones con las Cortes, así como portavoz del Gobierno en el Ejecutivo de Felipe González. Además, fue ministro del Interior desde el año 2006 hasta 2011 y, desde esa cartera, asistió al fin de la banda terrorista ETA. En la etapa final de esta legislatura fue vicepresidente del Gobierno. No llegó a ser presidente del Gobierno, aunque a decir de sus más cercanos, tampoco fue esa su mayor espina. Siempre se sintió más cómodo susurrando al oído de otros líderes de su partido, Felipe González, Joaquín Almunia, José Luis Rodríguez Zapatero...
Y aunque en 2011 se presentó a las elecciones generales como candidato de su partido lo hizo más como acto de servicio -era plenamente consciente de que el PSOE, achicharrado por la gestión de la crisis económica, se encaminaba al descalabro electoral- que por ambición personal. Su importancia en el devenir de la historia reciente de España, sin embargo, fue suficientemente notable como para que su capilla ardiente quedara instalada en el Congreso de los Diputados, un honor concedido a muy pocos en democracia.
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